Graciela Beccaluva (54) contó cómo fue que su empleada terminó tras las rejas. La damnificada aclaró que, en realidad, le sustrajeron 10 millones y no 4, como se informó.
“Le dije que había cámaras que filmaron y registraron todos los movimientos y que tarde o temprano íbamos a saber quién ingresó a la habitación y robó el dinero. Eso le dio pie a que confesara que ella había sacado la plata. En total diez millones de pesos, en dólares y euros”.
Así contó ante PRIMERA?EDICIÓN la abogada Graciela Beccaluva (54) acerca de su empleada doméstica, quien se encuentra detenida e imputada por la sustracción de diez millones de pesos del domicilio de la letrada, sobre la calle Bolívar casi 3 de Febrero.
Beccaluva, tal como publicó este Diario en exclusiva, denunció ante la Policía el pasado viernes a la siesta la sustracción de la citada suma de dinero. Al principio dejé constancia que fueron cuatro millones de pesos, pero luego constaté el faltante de otros seis millones, por lo que ampliaré mi denuncia, explicó la letrada.
Actualmente la sospechosa, una joven de 21 años, se encuentra tras las rejas. Ayer y por consejo de su abogado se abstuvo de declarar ante el juez que sigue la investigación de la causa, César Yaya, titular del Juzgado de Instrucción 2 de Posadas.
En busca del tío
Por estas horas el citado magistrado ordenó la detención de un sujeto que sería tío de la presunta empleada infiel, y al que supuestamente le entregó el dinero.
De acuerdo a lo relatado por la abogada, este hombre fue mencionado en la espontánea confesión de la joven. La conozco hace unos tres años, ella me insistía que necesitaba trabajar para pagar el jardín de su hijo, entre otras cosas. Venía a limpiar cada tanto. El viernes pasado, con todo esto de que finalizaba la actividad judicial, yo andaba muy atareada, entonces la dejé sola en mi casa. Estaba por concretar la compra de un inmueble para tener mi estudio jurídico propio, por eso tenía esa cantidad de dinero guardado. Ese mismo día un cliente me pagó honorarios y entonces me fui a incorporarlos a esa suma. Cuando vi que no tenía nada salí corriendo a denunciar, recordó.
Lo primero que me preguntaron en la comisaría fue quiénes eran las personas que tenían acceso a mi casa. Les dije que vivo sola y que esa semana solamente estuvieron unos pintores y también mencioné a la empleada. Mientras me tomaban la denuncia le envié un mensaje pidiéndole que vaya a mi casa porque le iba a entregar una canasta navideña, reveló.
Beccaluva contó que una vez en mi domicilio, ella se sentó en el living. Entonces le dije te cuento que quería darte una ayuda económica, como un premio o algo por Navidad, y resulta que voy a donde estaban mis ahorros y me encuentro con que no había nada. Le pregunté si dejó entrar a alguien o si alguien pudo entrar en un descuido.
Ella contestó yo no toqué nada, nunca entro a esa habitación. Le dije que había cámaras que registraron todos los movimientos, que tarde o temprano íbamos a saber qué ocurrió. Justo en ese momento llegaron los policías de Investigaciones y como estaban de civil le dije a ella que eran unos señores que venían a revisar las cámaras. Se puso muy nerviosa, como asustada y eso le dio pie para que confesara todo. Me dijo sí Graciela, yo te saqué todo el dinero que había. Se lo entregué a mi tío, confió la entrevistada.
La abogada agregó que la joven detenida le contó que espió para saber dónde guardaba la llave de la habitación donde estaba el dinero. Me dio a entender que todo fue armado por su tío, subrayó la especialista en leyes.
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