Puede que Phoenix parezca un extraño ensamble de sonidos electrónicos con guitarras, pantalones y camisas vintage que cinco franceses decidieron ponerle melodía y letra en inglés. Lo que no se discutirá fue que enamoraron a más de 30 mil personas como el plato principal, el caliente, del cierre del “Personal Fest 2017”, el domingo en el Club Ciudad de Buenos Aires.La labor de Thomas Mars, frontman de Phoenix, cautivó al público y demostró que se puede explicar y brindar el amor en trece canciones y en una hora y media de duración, sin la cursilería de moda, y hasta caminar sobre un mar de almas sin golpear ni lastimarse.Mars y amigos debutaron en Argentina en 2007, primera edición del Personal Fest y registraron tres discos más desde entonces: Wolfgang Amadeus Phoenix (2009), Bankrupt! (2013) y Ti amo (2017).Sobre su última obra giró su propuesta el domingo y sus cuatro títulos finales, “Telefono”, “Fior di latte”, “1901” y “Ti amo di piu”, no dejaron espacio a nada que no sea encantamiento e ilusión.La voz líder no lo desaprovechó y decidió caminar sobre la marea humana. Lo logró sin impartir bendiciones, lo demostró con música y registró con la imagen inolvidable del festival.Previo a ello, la banda de la inglesa Polly Jean Harvey, con seguidores de culto en todo el planeta, subió al escenario y surtió el efecto deseado, que miles de almas la escucharan en pleno silencio, con acordes y melodías que partían de las penumbras con instrumentos clásicos.Casi en paralelo, los nacionales Utopians arrollaban con la voz de Bárbara Recanati sobre un escenario techado de luces, espectáculo poco frecuente para el trajín de rock argento. Matador, siempre buscadoLos Fabulosos Cadillacs fueron el postre de puro rock en español. La “familia” de Vicentico y Flavio arrasó la velada con clásicos y, ya entrada la madrugada del lunes, Fatboy Slim desplegó sus movimientos de simio para que salten y bailen sets de música electrónica, en criollo: “punchi punchi” a todo volumen.“Personal Fest 17” tuvo su segunda tarde y noche sin defraudar. Un evento ecléctico para mucha gente, hecho por mucha gente, con muchas bandas y propuestas alternativas. En dos días el festival, más de medio centenar de bandas fueron seguidas vía streaming por más de 1,2 millones de personas en Argentina y más de 50 mil lo presenciaron en su vuelta al club Ciudad de Buenos Aires, donde se montaron cuatro escenarios, uno cerrado, y se ofrecieron juegos y espacios tecnológicos para entretener a niños, jóvenes y mayores.Un domingo con treinta shows en doce horas podrá ser la cifra que más orgullo despierte a los organizadores del megafestival. Destacando las seis presentaciones, durante las dos jornadas, de Fuerza Bruta, la apuesta acrobática y teatral que integra al público y que deslumbra de imagen, sonido y, por instantes, dosis de efectos circenses.
Discussion about this post