El anuncio del proyecto de reforma tributaria puso en alerta a diferentes sectores económicos. Empresarios de la industria electrónica de Tierra del Fuego, de la industria vitivinícola y de la cadena azucarera explicaron que los lineamientos presentados ponen en serio riesgo a cientos de trabajadores. Especialistas en impuestos consideraron que será fuerte el impacto en las economías regionales.El Centro Azucarero Argentino (CAA) advirtió que el incremento de impuestos internos a las bebidas azucaradas “generará importantísimas pérdidas de puestos de trabajo en la cadena azucarera” y tildó de “irrazonables” las subas propuestas.“La medida tendrá graves consecuencias en el empleo directo e indirecto en el sector. La merma del consumo incidirá en una reducción estimada de 5.000 puestos de trabajo solo en el sector azucarero”, proyectó.Por su parte, la gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, afirmó que “confía” en que el Gobierno nacional modifique la quita de aranceles a productos electrónicos antes del envío del proyecto de reforma tributaria al Congreso, aunque advirtió que, si es necesario, elaboró un listado de 84 diputados a los que “llamará personalmente” para imponerlos de los efectos que tendría la medida en la provincia. La baja de impuestos, dijo, significa la “disolución” de la provincia.La industria vitivinícola también estalló con fuertes críticas a los nuevos impuestos al vino y los espumantes. La actividad vitivinícola genera 400.000 empleos directos e indirectos en Argentina y en el sector temen que la mayor presión fiscal genere una sangría de puestos de trabajo.La Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (ACOVI) afirmó que los cambios impositivos propuestos por el Gobierno nacional al vino “generarían un daño irreversible en todo el sector” y por ello piden “eximir al vino de esta medida”.“El sector vitivinícola se encuentra atravesando una fuerte baja en el consumo y un impuesto agravaría aún más la situación de los precios”, indicó un comunicado de ACOVI, que “acompañó” su entidad vinculada, la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO).Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) emitió un comunicado donde sostienen que “el impacto del nuevo aumento en el precio de los combustibles y en especial del diesel (insumo principal de la actividad agropecuaria), vuelve a pegar de lleno en la rentabilidad del productor y en especial en aquellos más vulnerables, ya sea por estar alejados de las zonas de comercialización, teniendo que transportar su producción por más de 1.000 kilómetros, o aquellos que padecen una campaña complicada climáticamente, en la que quedará un 30% de la superficie sin sembrar, en especial en la zona oeste de Buenos Aires y La Pampa”.Desde CRA se estima que el sector recibirá en conjunto para la actual campaña con este nuevo aumento un impacto de $4.750 millones de pesos adicionales a los ya recibidos en el aumento de julio del presente.
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