“Un colono había tenido un avistaje de huellas en la chacra de su propiedad. A partir de la denuncia recibida a través de la policía de la zona enviamos a un equipo de guardaparques quienes fueron hasta el lugar, primero para llevarle tranquilidad porque no es raro que un animal de esas características se acerque hasta algún predio rural, pero estos pumas, al igual que el yaguareté, escapan al contacto con el humano. Esa en una tendencia natural del felino silvestre”, dijo a PRIMERA EDICIÓN Juan Manuel Díaz, subsecretario de Ecología de Misiones, consultado por el resultado del peritaje. En un principio, el parte policial señaló que tras realizar un rastrillaje se “constató huellas de pisadas de animales presumiblemente de dos yaguaretés”. Sin embargo la posibilidad fue rechazada de plano por el equipo experto según el cual, es un solo felino (puma) que dejó huellas de ida y de vuelta.“No son dos animales que aparecen caminando en direcciones opuestas sino que es un mismo animal que va y que vuelve”, especificó Díaz. El lugar donde quedaron “impresas” las huellas en una zona donde están depositados restos de ganado que fue faenado. La hipótesis sobre porqué se acercó es que haya sido para “husmear” en los restos. Asimismo el funcionario puntualizó que la denuncia del colono nunca implicó el ataque a ganado alguno, sino el temor de la posibilidad de un ataque para lo cual se activó un protocolo para determinar los movimientos del puma, incluyendo la opción de colocar cámaras trampa y patrullajes para llevar tranquilidad a la población.
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