En una jornada gris, se realizó la cuarta jornada del juicio oral y público por la Masacre de Panambí en el Salón de Usos Múltiples de la Unidad Regional II, donde se lleva adelante el juicio, encabezado por los magistrados Francisco Aguirre, José Rivero y Lilia Avendaño.Seis testigos declararon ante la mirada de los fiscales Estanislao Bys y Myriam Silke, y de los tres imputados en la causa: el exprefecturiano Pablo Julio Paz (54), Juan Ramón Godoy (47) y el chapista Marcial Venicio Alegre (48), quienes podrían recibir prisión perpetua en caso de ser encontrados culpables.Los testimonios dados este jueves en general no aportaron mucho más a la causa al menos en los casos de Norma Eichel y Claudia Bourcheid, empleadas domésticas de la familia Knack, al igual que Miguel Ángel Andrade, empleado de la machimbradora.Sin embargo, una declaración que podría favorecer a los imputados fue la de Fernando García quien dijo que aquel fatídico día pasó por la escena del crimen, entre las 19.30 y las 20, a bordo de un VW Gol Power gris, junto a dos amigos, y vio a tres personas frente a casa de las víctimas. Una de ellas aparentemente estaba "lastimada" y otra tenía una linterna. Aseguró no haber reconocido a dos y que la tercera le pareció era un vecino.Sebastián Biela, uno de los acompañantes de García, ratificó los dichos de su amigo.Luego de las testimoniales mencionadas se pasó a un cuarto intermedio porque se esperaba la llegada de Norma Báez, vecina de los Knack, quien estaba viajando. Una vez que la mujer llegó se reanudó el juicio y Báez declaró que el día de la masacre, antes del mediodía, había viso un VW Bora gris a unos cuatro kilómetros de la casa de las víctimas.Precisamente, a Juan Ramón Godoy, uno de los imputados se le secuestró un vehículo de esas características.Por ahora se pasó a cuarto intermedio hasta el martes 24 de la semana próxima cuando está previsto se reanude el debate.
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