Esta noche, la misionera compartirá escenario con Fausto Rizzani y Matías Macaya, en la Escuela Superior de Música y Danza, desde las 20.30, convocada por la Asociación Argentina de Intérpretes (AADI), una cita en la que “nunca se repite el artista y eso está bueno, porque así todos tenemos la oportunidad”, resaltó.Y recordó que “hace algunos años pasé por el Paseo La Terminal cuando se estaba haciendo y festival y me dije ‘algún día voy a estar ahí’; hace un par de meses me llamó Fabián Meza y me convocó, así se va dando todo”.“La verdad que desde presenté mi disco ‘Pan del Agua’, hace tres años, pasaron un montón de cosas lindas, mi carrera fue creciendo; soy la voz del Ballet Folclórico del Parque del Conocimiento, dirigido por el maestro Luis Marinoni, y eso es otra forma de ser Pamela Ayala, me da otra impronta y la posibilidad el crecer en equipo, somos muchos, más o menos cuarenta bailarines, más técnicos, vestuario”, subrayó.Además, la misionera ya tiene las valijas listas para volar a las tierras del Machu Picchu. “También estoy con Grillitos Sinfónicos, con ellos viajé por primera vez a Perú, en 2015, cuando conocí a Julie Freundt, una cantante peruana que en agosto me invitó a grabar un disco triple por sus treinta años de trayectoria, así que el viernes 13 viajo y el 19 nos presentamos en el Gran Teatro Nacional de Lima”, contó Pamela.Pero esto no es todo, porque “en enero me voy a Italia con Grillitos y en noviembre voy a estar en el Festival del Litoral, mi escenario, de mi tierra, mi lugar, donde también fui la primera mujer consagrada, así que tiene algo especial para mí”, confió.Obviamente que esto no es más que “lo que siempre quise y siempre lo espero, fueron objetivos, no tomo el tiempo, no me detengo a pensar, desde chica tenía mis metas y uno siempre piensa se va a dar; no creo en eso de que no te subiste a este tren entonces perdiste, hay que ser constante y yo soy una persona muy paciente, en todos los aspectos de la vida, creo que eso me ayuda”, confesó.Claro está que Pamela está decidida a ir por más, por eso es que está abocada también a la tarea de aprender a tocar el chello, instrumento que llamó su atención cuando comenzó a viajar con Grillitos, “es difícil, ahora con los viajes me cuesta mucho tomar clases, entonces los tiempos libres que tengo trato de estudiar y avanzar, es algo a lo que hay que dedicarle todos los días, por lo menos, un ratito, pero es maravilloso y se asemeja mucho a la voz humana”, resaltó.Y, por su puesto, como en la mente de todo cantante, en la suya también está el “grabar un disco, plasmar todo esto que me está pasando, también me gustaría en algún momento Trabajar en un material con canciones infantiles, lo voy a concretar, es una meta mía, con canciones de acá, porque siendo muy pequeña recorrí las escuelas con Fausto Rizzani y su papá, autor de “El casamiento de la taca-taca”, y hasta hoy sigo cantando canciones de Daniel Stefani, me gustaría un disco así, con costumbres, comidas, que refleje a Misiones”, adelantó.
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