En la previa a la llegada del Presidente de la Nación a Puerto Iguazú, desde Cambiemos se intentó instalar que el mandatario traería a Misiones "novedades" para la provincia. Sin embargo, en la quinta visita que realizó Macri a la tierra colorada, solo trajo promesas de campaña, en un intento por nacionalizar la etapa proselitista.No es casual que se haya elegido Puerto Iguazú, más allá de la coincidencia con el Día del Guardaparque para el cual el Presidente llegó en misión oficial. En la ciudad de las Cataratas el frente macrista hizo una buena elección y Cambiemos cree que la llegada del líder político podría sumar más votos.Como viene siendo habitual en sus actos, Mauricio Macri volvió a prometer obras, empleo y menos inflación en 2018, en una provincia a la cual (en los papeles) apenas remitirá el 1,4% de los fondos del presupuesto nacional.Lejos de intentar confrontar, siguiendo el mismo estilo impuesto en el acto previo a las PASO en el club Tokio de Posadas, Macri se refirió a un trabajo conjunto con el Gobierno misionero.Un dato que sigue llamando la atención: el gobernador Hugo Passalacqua envió al vicegobernador Oscar Herrera a Iguazú para el tramo protocolar, ya que viajó a Río Grande do Sul para encontrarse con Ivo Sartori, con quien ratificaron la necesidad de contar con un puente que agilice las relaciones bilaterales.Es la primera vez que el mandatario misionero no está presente en la llegada de Macri a Misiones.En definitiva, el Presidente volvió a la provincia con escasas definiciones en un momento donde se las necesitan en materia económica, fiscal, productiva antes que las políticas proselitistas que son harto conocidas.Las asimetrías siguen golpeando fuerte a las principales actividades económicas: el comercio, la yerba, el té. Por ahora, habrá que conformarse con promesas. Como en toda campaña electoral.
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