El síndrome del emperador, del niño tirano o del niño rey son los distintos nombres con que se conoce a un fenómeno cada vez más común: el de los niños que acaban por dominar a sus padres, e incluso, en los casos más extremos, por maltratarlos.Se tiende a culpar a los padres de este tipo de conductas por ser demasiado permisivos y protectores con sus hijos; aunque, también, influye el ambiente porque hoy los niños viven en una sociedad consumista, individualista y que prima el éxito fácil y rápido por encima de todo..Características de los niños con el síndrome del emperador:Sentido exagerado de lo que les corresponde y esperan que los que están a su alrededor se lo proporcionen.Baja tolerancia a la incomodidad, especialmente si es causada por la frustración, el desengaño, el aburrimiento o la negación de lo que han pedido; entonces la expresan con rabietas, ataques de ira, insultos y/o violencia.Presentan escasos recursos para la solución de problemas o afrontar experiencias negativas.Busca las justificaciones de sus conductas en el exterior y culpan a los demás de lo que hacen, por tanto, esperan que sean los otros quienes les solucionen sus problemas. Discuten las normas y/o los castigos con sus padres a quienes consideran injustos, malos, etc. Pero comportarse así, les compensa ya que ante el sentimiento de culpa inducido, los padres ceden y otorgan más privilegios.Exigen atención, no sólo de sus padres, sino de todo su entorno. Y cuanta más se les da, más reclaman. Les cuesta adaptarse a las demandas de las situaciones extra familiares, especialmente en la escuela, porque no responden bien a las estructuras sociales establecidas ni a las figuras de autoridad.Se sienten tristes, enfadados, y/o ansiosos, y suelen tener una autoestima baja. Continuará.ColaboraCecilia Castillofacebook Lic-Castillo-Cecilia-España 2885. B. Palomar.3764 431867/whatsapp 3764229954
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