La palabra enseña y conecta, y la lectura, tanto como práctica individual o colectiva, es uno de los canales principales que permiten lograr esos fines.A la hora de promover la lectura y estimular la palabra desde los primeros meses de vida los adultos tienen un rol clave. Hablarles, cantarles, leerles, ayudarlos a producir mensajes o escuchar atentos lo que dicen sienta las bases para el desarrollo de los chicos y estimula un camino de experiencias positivas con las palabras.Incorporar algunas prácticas para incentivar la lectura en los más pequeños sólo demanda un poco de constancia, ganas y acompañamiento. A continuación, desde Fundación Leer, compartimos algunas sencillas recomendaciones que pueden ayudar a los adultos a acercar a los chicos a la lectura y hacer de ésta un hábito:1-Empezar prontoEn realidad, la cultura escrita, oral, la cultura de los textos, de las historias, en definitiva, la palabra está allí. Un bebé llega al mundo, e incluso sin que un adulto lo decida deliberadamente, toma contacto con el lenguaje en infinidad de formas. Sin embargo, los adultos mediadores podemos enriquecer estas prácticas, promoviéndolas, enriqueciéndolas, haciéndolas lo más variadas que creamos. Sobre todo, porque la primera infancia -antes e incluso mucho antes de que puedan leer y escribir de manera convencional- es el período más importante para forjar experiencias valiosas en relación con el mundo de los libros y las prácticas de lenguaje en general.2-Leer en voz altaDesde las canciones de cuna, las narraciones orales, los juegos de palabras o la lectura de cuentos antes de dormir. La voz del adulto es el eslabón más poderoso de la promoción de lectura. Más allá de que los niños puedan leer de manera independiente, leer con ellos, en voz alta, conversando después o durante la lectura, narrar sobre las imágenes… son experiencias de enorme valor en el camino de formación de un lector autónomo.3-Tener una bibliotecaEn el marco de nuestras posibilidades, organizar un espacio específico para disponer no solo los libros sino todo el material que consideremos valioso para los chicos es dar un lugar importante a la lectura en el hogar. Es crear un mensaje y un acceso constante a los textos para los pequeños lectores, y propiciar situaciones recurrentes y así futuros hábitos.4-Conocer sus gustosLos gustos son indicios, puntapiés. Un gusto o preferencia está forjado en experiencias, de modo que muchas veces como adultos tenemos la responsabilidad de abrir abanicos a lo distinto, a lo desconocido. Por eso la idea no es averiguar los gustos de los niños y quedarnos allí, sino conversar a partir de ellos, promoviendo siempre horizontes más amplios de selección.5- Aprovechar la tecnología Para leer online, padres e hijos puedan ingresar por primera vez a la plataforma Leer 20-20. El Desafío y buscar los primeros cuentos para compartir desde la pantalla, ya sea en la computadora, la tableta o el celular. La plataforma tiene libros gratuitos para las distintas edades y cada 15 días se publican novedades editoriales.En veinte años de trabajo, la Fundación Leer ha desarrollado programas en 23 provincias del país y Ciudad de Buenos Aires. Así, 2.067.498 niños y jóvenes participaron de los programas; 2.011.562 libros nuevos fueron distribuidos; 3.623 espacios de lectura fueron creados y 22.301 adultos capacitados entre docentes y líderes comunitarios de escuelas y centros de todo el país.
Discussion about this post