El vecino de la Colonia Pindaytí (cerca de Aristóbulo del Valle) al que <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/238102/insolito-se-compro-un-auto-y-le-quitaron-la-pension-por-discapacidad.html">le habían sacado su pensión graciable por discapacidad, porque adquirió un Corsa 2015 para poder movilizarse</a>, volvió a cobrar su beneficio. Como tantos otros, Carlos Bock fue beneficiado con el fallo de la jueza federal Adriana Cammarata, quien el pasado 6 de septiembre dictó una medida cautelar con la que ordenó al Gobierno nacional restablecer todas las pensiones por incapacidad que fueron dadas de baja. La medida alcanzó a todo el territorio nacional, por lo que debieron ser repuestas las pensiones de todo el país. Bock contó a PRIMERA EDICIÓN que desde que le sacaron su pensión en agosto de 2016, nunca dejó de reclamar y presentar papeles. Recordemos que, en aquel entonces, el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación (entre otros requisitos para que se mantengan las pensiones no contributivas) dispuso que a aquellos beneficiarios en cuyo patrimonio figurara un automóvil cuyo modelo sea desde 2013 en adelante, se les suspendía el haber bajo la figura de “incompatibilidad patrimonial”.Para que volviera a estar activo el beneficio, los afectados debían presentar documentación que acreditara cómo la persona adquirió el bien y con qué fondos lo mantenía. Una vez que se completaba el trámite, quedaba bajo análisis de un grupo de auditores que definían si devolvían el pago o si lo quitaban definitivamente. Esta situación se agravó en marzo de este año, cuando el número de personas que quedaron sin pensiones por discapacidad se elevó a 170 mil en todo el país. Carlos Bock relató que le pidieron que, a través del servicio de un contador, presentara papeles para explicar de dónde sacó los fondos para comprar el auto. “Mientras eso sucedía, yo reclamaba por todos lados para que me restituyan la pensión. Fui a hablar con el vicegobernador, hablé con un juez que me dijo que esa pensión era un derecho porque yo realmente tengo una discapacidad motriz”. Este hombre pudo comprarse el Corsa modelo 2015 gracias a la herencia que le dejó su madre. Con ayuda de un amigo mecánico, lograron adaptar el vehículo para que pudiera usarlo, ya que padece dificultades para manejar sus piernas desde que era muy pequeño (tuvo parálisis a los dos años). Don Carlos tiene una esposa y tres hijos, dos nenes de nueve y cinco años, y una beba de poco más de un año. Dentro de su casa se mueve en silla de ruedas y usa muletas para caminar trechos cortos y poder así alcanzar el auto. Para ir hacia Aristóbulo tiene seis kilómetros de camino de tierra, intransitable en días de lluvia, y más de 20 kilómetros para llegar a destino. Contó que el aviso de restitución de su pensión llegó la semana pasada. “Me avisaron que pasara por el Banco porque ya me habían hecho el depósito. Aguanté todo este tiempo con la venta de artesanías que yo fabrico, gracias al mercado que me daba fiado, a la ayuda de mis parientes y amigos, a la gente de la Colonia Pindaytí, a las iglesias que realizaban colectas y me daban dinero para que yo pudiera seguir adelante”, destacó. “Después que me pasó eso a mí, me enteré que a mucha gente de la provincia le había sucedido lo mismo. Ojalá que se les restituya el pago a todos. El auto son mis piernas, lo pude comprar gracias a la herencia que me quedó de mi madre. Yo no lo compré con los 3.400 pesos de la pensión”, subrayó.
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