Mientras esperan que el escrutinio definitivo ponga blanco sobre negro "la verdad" del mensaje de la ciudadanía bonaerense y antes de calentar motores para el segundo y definitivo turno electoral, el kirchnerismo quiere desmontar el imaginario de un oficialismo avasallante y, para eso, se abocarán a repetir en los próximos días que Cambiemos perdió en 14 de las 24 provincias del país y que dos de cada tres argentinos se plantó en las urnas "contra el ajuste" para decirle al Gobierno que "así no se puede seguir".La idea es demostrarle a la sociedad que el intento de "pintar todo el mapa nacional de amarillo" es una construcción ficticia que poco tiene que ver con la realidad, indicaron fuentes del sector a NA.En su primer mensaje a la ciudadanía luego de la dramática remontada en el conteo de votos de la madrugada del lunes, Cristina Kirchner ya había contrapuesto al balance exitista del oficialismo su propia lectura de los datos electorales.Allí señalaba como alentador el hecho de que una fuerza recién salida del horno como Unidad Ciudadana haya podido tomar la delantera en un contexto marcadamente desfavorable, signado por una "desproporción" de recursos respecto de los demás espacios electorales competitivos."Sin embargo, con escasos recursos y una campaña austera –la más austera de todas-, hemos construido una nueva forma de comunicación con capacidad propia para conectar con la ciudadanía", recalcaba la expresidenta, que también ponía el acento en la "concentración" desigual de poder del que goza el oficialismo al controlar el Gobierno nacional, bonaerense y porteño, además del favoritismo que le prodigan "los centros de poder económico, mediático y judicial". Asimismo, lo que más destacan en el campamento K es que pese a remar contra la corriente, Unidad Ciudadana ganó el debate de contenidos, logrando que el resto de las fuerzas de la oposición, desde la izquierda trotskista hasta el massismo, asumiera como propia la agenda de problemas instalada por el kirchnerismo durante la campaña. Sobre el buen desempeño electoral de Esteban Bullrich, que estuvo por encima de los pronósticos, en el Instituto Patria destacan que nunca habían pensado en un escenario donde el oficialismo cayera por debajo de los 30 puntos, ya que la coyuntura económica del país no deja plafón para "avenidas del medio", y que inevitablemente iba a producirse una migración de voto útil del massismo hacia el macrismo.Aún así, reconocen que una parte importante de la sociedad todavía le da crédito a un Gobierno que recién está dando sus primeros pasos, y en el que confían para revertir una situación económica compleja. Asumiendo como un hecho irreversible que Cristina Kirchner retendrá el piso de 34 o 35 puntos logrados en las PASO, el desafío que tiene por delante Unidad Ciudadana es ir a buscar el voto útil para lograr un plus electoral que lo deje a Bullrich fuera de carrera por el primer puesto.En ese afán, el voto peronista que se canalizó a través de la candidatura de Florencio Randazzo asoma como el más propicio para engrosar el volumen electoral de Unidad Ciudadana, aunque también podría capitalizar el temor de los votantes de izquierda o progresistas a que se afiance Cambiemos también en la provincia más poblada del país.Por lo pronto, las expectativas de un "Cristinazo" electoral, con el que se esperanzaban los más optimistas antes de las PASO, quedaron definitivamente sepultadas y ahora el kirchnerismo se conforma con "ganar por un voto", en el marco de una disputa que anticipan como reñida."Ganar por un voto" permitiría no solamente que junto a Cristina Kirchner, que ya tiene prácticamente asegurado su boleto al Senado, ingrese Jorge Taiana, sino además darle un golpe simbólico contundente al oficialismo en el distrito más importante del país, donde además gobierna María Eugenia Vidal."Un voto más o un voto menos no es menor. Es un senador más. En este caso Jorge Taiana. Lo lógico sería que el que votó a Randazzo, que sabe que no llega, vote Unidad Ciudadana así entra Taiana como senador y no Gladys González", señalaron a NA fuentes del Instituto Patria.La incógnita es que pasará del otro lado de la balanza, ya que Cambiemos también confía en seguir succionando voluntades antikirchneristas que en las PASO optaron por Sergio Massa, el principal derrotado en los comicios bonaerenses.Claramente, la sangría de voto útil se adelantó y le jugó una mala pasada al tigrense, que sacó cinco puntos menos de lo esperado, por lo que la pregunta que sobreviene es si esa hemorragia ya terminó de consumarse en las PASO o si todavía queda margen para una profundización de la transferencia de votos hacia Bullrich en los comicios generales de octubre.Fuente: Agencia de Noticias NA
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