Cuando ocurrió el atentado del jueves en la zona turística y comercial de Barcelona la eldoradense Paula Gil Navarro se encontraba a escasas cuadras. Tras participar en la multitudinaria marcha para repudiar los ataques que terminaron con la vida de 14 personas y dejaron más de 100 heridos, la joven relató a PRIMERA EDICIÓN cómo vivió esas dramáticas primeras horas. “Desde un primer momento hubo muchas noticias, algunas de las cuales eran falsas o incorrectas. Entonces una no sabía bien, primero salía algo en Twitter, luego lo desmentían”, indicó la joven sobre la angustiante situación.“El panorama en la ciudad tampoco colaboró en mitigar la ansiedad reinante. Veíamos los helicópteros, escuchábamos las ambulancias pero no sabíamos qué pasaba, estaba presente el miedo de que si era uno solo, si fue más de un ataque. Empezó a reinar el temor a estar en un espacio público, la sensación más que nada era de querer ir a nuestras casas, teníamos planes después del trabajo pero terminamos yéndonos todos para sentirnos un poco más seguros”, agregó.El colapsoMinutos después del ataque el temor se apoderó de las calles. “A medida que iban pasando las horas y teníamos que volver a nuestros hogares todos los subtes estaban cerrados, los colectivos pasaban con poca frecuencia, entonces estábamos todos tratando de ver la forma de llegar a nuestras casas de la manera más tranquila para evitar esa zona”, indicó la misionera.En cuanto a las medidas de seguridad que se tomaron en la ciudad, Paula relató que “a una amiga que vive ahí en la Rambla le dijeron que se quedara en la casa, la información oficial decía que se quedaran donde estaban, hicieron esta especie de jaula, les recomendaban a la gente que se mantuvieran donde estaban, que no hubiera mucho movimiento, que no nos acercáramos al lugar, por eso también los transportes que pasaban por ahí desviaron su camino como medida de seguridad”.Hace pocos meses, apenas seis, Paula Gils Navarro cambió el suelo misionero por tierras europeas, ahora reside en Barcelona y ya vivió de cerca una experiencia terrible, un atentado terrorista. “El ataque fue en horario laboral, a las 17 horario Barcelona, estábamos en un parque que queda a quince cuadras de Las Ramblas, mi trabajo habitual queda a ocho, entonces cuando recibí una llamada de mi marido preguntándome si estábamos bien, nosotros muy tranquilos le dijimos que sí. Ahí nos contó que hubo una persona que chocó gente con una camioneta”. Pasados los ataques, la ciudad intentó este viernes volver a su ritmo habitual, al menos en la zona de Barcelona. “Los expatriados argentinos sabíamos que algo así podría pasar, porque como todos saben en las ciudades de Europa es un riesgo que está latente, los barceloneses, al menos las pocas personas locales con las que hablé me habían dicho que siempre están en alerta, saben que puede pasar pero nunca se lo imaginan hasta que pasa. No es que uno anda con miedo por las calles esperando, por más que era algo posible pero no lo veían como probable”, describió.Argentinos en BarcelonaEn lo que respecta a argentinos viviendo en España, este Diario dialogó con Victoria Larumbe, que está en ese país desde hace años y señaló una enorme presencia fundamentalista en el área, lo cual puede, según ella, estar relacionado con los atentados.“Actualmente vivo en los alrededores de Madrid, acá con respecto a estas situaciones sucede que desde ya hace muchos años estamos viendo un incremento paulatino de la población musulmana, sobre todo se nota en vestimenta de mujeres, además de imanes -sacerdotes- que han introducido un fanatismo a la gente, cuando yo vine hace más de 30 años no se veía ninguno. Hoy hay lugares donde uno se siente como si estuviera en Marruecos”.Asimismo en lo que respecta a este atentado en particular Victoria señaló que “también podría ser que era una buena ocasión para esta gente ya que el turismo está radiante, hay una cantidad de turistas en todas partes y como Cataluña actualmente vive en un ‘tire y afloje’ con su independencia puede que se haya ido un poco de las manos la coordinación entre las fuerzas a nivel nacional español y la de Cataluña en materia de seguridad”. Sobre cómo se recuperan ante estas circunstancias, Larumbe aclaró que “la gente europea está acostumbrada a sufrir toda esta clase de cosas, uno se asombra al ver que ellos no permiten que esto cambie su ritmo ni modo de vida, ellos vuelven a la rutina habitual”.En memoria de aquellos que perecieron en el hecho hubo movilizaciones en varios puntos de España. Paula Navarro participó de un minuto de silencio en plaza Cataluña ayer a las 12 del mediodía, a partir de una convocatoria masiva. “No sabíamos si ir o no, porque la verdad es que te da un miedo ir a un lugar, decidimos ir y la verdad que fue muy fuerte, estuvimos ahí, después hubo aplausos, fue como un sentimiento patriótico muy importante para resaltar el hecho de que estaban todos juntos. De eso es un poco lo que se trata, seguir con la vida normal, hay algunos temas con los controles en esas áreas donde hay muchos más ‘mozos’ en las calles, las estaciones de subte que no funcionan regularmente pero fuera de eso es una vida normal”.
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