Conoció a su ex, un efectivo policial, a los 26 y desde el comienzo debió soportar de todo. En los últimos días radicó una denuncia y decidió contar el drama ante PRIMERA?EDICIÓN a modo de alerta para que otras mujeres no vivan el mismo calvario.“Las agresiones prácticamente se naturalizaron”, explicó Susana, quien tiene un niño de dos años y ocho meses. Todo lo soportó por su hijo y “porque pensaba que en algún momento estaríamos mejor”.A comienzos de 2016, la periodista se casó con el hombre y la situación empeoró. “Yo no me daba cuenta de todo lo que me estaba pasando, me costaba entender que era una víctima”, aseguró.En una oportunidad, cuando regresó del trabajo, el acusado la obligó a comer lo que había cocinado para la cena. “Era una olla completa. Le dije que no tenía hambre y enfureció. Me obligó a comer todo”, contó entre lágrimas.En la casa que compartían, recordó, el único escondite era el baño: “allí me encerraba y lloraba, no lo hacía frente a él porque sabía que me iba a golpear”.Para Susana el dolor se multiplicó cuando su hijo imitó la actitud de su padre. “Mi pareja me golpeaba, mi hijo se enojaba conmigo y actuaba como el padre. Eso me asustó”, rememoró.Ese contexto la debilitó.?Cansada, decidió separarse y hace exactamente un mes formalizó la acusación. “Me buscó y pidió que volviéramos. Le dije que no. Entonces sacó el arma y se la puso en la boca. Tomé a mi hijo y me fui”, relató.“Después de cubrir tantos femicidios, un día me pregunté si la próxima no podía ser yo. Tengo latente ese miedo, porque el acoso continúa hasta el día de hoy”, confesó la mujer, quien tiene un botón antipánico. “Le dejé todo, casa y auto, pero me acosa. Ya no puedo vivir así. Realmente me esta haciendo muy mal”, finalizó.
Discussion about this post