Hay momentos en la vida en los que necesitamos tomar una decisión. ¿Qué preferimos: salvar una relación o tener razón? ¿Sentimos que las diferencias son un potencial ataque a nuestra individualidad? Trabajemos en eso. ¿Qué emoción necesitamos para ver al otro como una posibilidad para construir a partir de lo que cada uno aporte, para valorar lo distinto como positivo?Si no vemos el mundo como es, sino como somos. ¿Qué dice de mí que no pueda ver amigablemente las fortalezas del otro y que las interprete como una amenaza personal? Sin embargo, cuando desarrollamos la capacidad de mirarnos amorosamente, también podemos mirar al otro así.Qué bueno es poder sostener la emoción del encuentro, la posibilidad de vernos como Aliados y no como contrincantes. Cuántos espacios nuevos se crean cuando nos adentramos sin juzgar, tendiendo la mano, mirando a los ojos sin expectativas, solo abriendo la mente y soltando los prejuicios.¿Quién dijo que el corazón sólo está en nuestros pechos? Habilitemos los espacios internos. Hay tantas formas de estar reunidos. ¿Cuál de ellas podemos elegir para asegurarnos la disponibilidad de nuestras emociones amigables? Confiemos en nosotros para ver lo mejor del otro y sentirnos felices a la hora de compartir. ColaboraMaría Rita NahúmMaster [email protected] 154644187
Discussion about this post