El damnificado, <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/238102/insolito-se-compro-un-auto-y-le-quitaron-la-pension-por-discapacidad.html">cuya historia se viralizó a nivel nacional el verano pasado a partir de una nota de PRIMERA EDICIÓN,</a> contó ahora a este diario que desde entonces deambuló por abogados y oficinas de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), pero no logró que le restituyan el pago. Relató que presentó los papeles en los cuales explicó que el automóvil que se había comprado lo realizó gracias a una herencia que le dejó su madre. Recordó que con ayuda de un amigo mecánico lograron adaptar el vehículo para que pudiera usarlo, ya que posee dificultades para manejar sus piernas desde que era muy pequeño (tuvo parálisis a los dos años). En esa situación, contó que le era indispensable para poder ir al pueblo a hacer trámites y cobrar sus haberes. Los caminos son muy malos cuando llueve. Un día hizo los 20 kilómetros para llegar a Aristóbulo del Valle y notó que no había fondos en su cuenta: faltaban los 3.400 pesos de la pensión graciable y también las asignaciones que cobraba por sus hijos con las que llegaba a completar 5.000 pesos. Fue hasta el Centro Integrador Comunitario (CIC) del pueblo. Preguntó qué había pasado con sus haberes. Le respondieron que el beneficio estaba suspendido por “patrimonio incompatible”. “¿Usted qué tiene a su nombre?”, le preguntaron y él respondió: “Tengo un Corsa 2015”.“Ah es por eso, porque un discapacitado que cobra pensión puede tener un auto viejo pero no un auto más nuevo”, le dijeron, según el relato de Bock.Carlos tiene una esposa y tres hijos, dos nenes, de nueve y seis años, y una beba de un año. Hoy su situación empeoró porque uno de sus hijos tuvo un problema en el conducto lagrimal de un ojo. Fue tratado en el hospital Ramón Madariaga de Posadas, pero como no pudieron solucionarlo, lo derivaron al Garrahan de Buenos Aires. Si bien le aseguraron el traslado, eso además le requerirá de gastos extras que "hoy no tiene". Bock se sostiene con la venta de artesanías y la ayuda de familiares y vecinos. Las comunidades de Pindayti y Las Yerbas ayudaron con la venta de pollos a beneficio de su hijo."Es indignante lo que le está pasando a las personas con discapacidad. La pensión que yo cobraba era mínima pero me ayudaba a seguir viviendo", se quejó.Bock tiene 48 años y sufre de osteoporosis debido a la mal formación de sus huesos. Toma seis clases de medicamentos. Debido a la preocupación y los nervios por lo que le sucedió, ahora sufre de hipertensión y arritmias, según comentó a este diario. En ese contexto, <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/248863/exceso-sin-justificacion.html">en las últimas semanas estalló otra vez la polémica luego de que miles de pensiones por discapacidad fueran dadas de baja</a>. La reacción de la sociedad y <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/248873/senadores-buscan-como-frenar-la-quita-masiva-de-pensiones-por-discap.html">la oposición con un intento de llevar el tema al Congreso</a> hizo reaccionar al Gobierno, que <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/248971/el-gobierno-devolvera-a-medias-las-pensiones-por-discapacidad.html">decidió volver sobre sus pasos y activar otra vez los beneficios para hacer un control exhaustivo</a>. Pero solo lo harán con las que fueron desactivadas en este 2017. Eso estaría indicando que el caso de Carlos Bock, como otros tantos de 2016 hacia atrás, no sería tomado en cuenta por la Anses.
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