La actividad, que ocupa directa e indirectamente a miles de personas, ha soportado diferentes crisis y contextos económicos desfavorables, pero supo salir adelante.La mayor parte de las exportaciones del sector, están constituidas por miel a granel. Sin embargo, en los últimos años ha comenzado una sistemática e ininterrumpida exportación de mieles fraccionadas.Argentina produce y exporta además maquinarias y equipos para la extracción y procesamiento de miel, especialidades veterinarias, partes de colmenas, cera, propóleos, reinas fecundadas, servicios de consultoría y software. Todos ellos, con una creciente demanda internacional por su excelente relación precio-calidad.La principal zona apícola de Argentina, coincide con la región pampeana, en cuyas praderas se asientan más del 70% de las colmenas del país. No obstante, la mayor parte del territorio nacional es apto el desarrollo de la actividad. El rendimiento promedio de miel es de alrededor de 30 kilogramos por colmena y por año.Desde el punto de vista apícola, Argentina, puede dividirse en nueve grandes zonas, con diferentes características agroclimáticas y de vegetación. La amplia dispersión territorial de la actividad, permite obtener y ofrecer al mercado una gran variedad de mieles con características organolépticas diferenciales.Particularmente Entre Ríos ha tenido un desarrollo muy importante y hoy, cientos de productores llevan a cabo esta actividad. En cuanto a cantidad de apicultores y de colmenas, estaría en segundo lugar, después de Buenos Aires. La provincia de La Pampa, cuenta con los apicultores de mayor tamaño y Misiones, por su parte, se encuentran los apicultores más pequeños con una media de alrededor de 15 colmenas por apicultor.Fuente: Medios Digitales
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