Inocentes. Sin relación con el hecho. Y sin conocerse entre sí. A grandes rasgos, esa fue la respuesta que esgrimieron los <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/248555/cinco-detenidos-y-muchas-evidencias-por-el-homicidio-del-gremialista.html">cinco detenidos por el crimen del sindicalista Pablo Sabino Achingo (58)</a> entre la noche del martes y la madrugada de este miércoles ante la Justicia. Todos fueron indagados y coincidieron en despegarse del episodio que conmociona aún a la provincia.Se trata de la joven acusada de ser la “entregadora” de la víctima, de 22 años, y quienes serían sus cómplices, cuatro hombres de 23, 24, 25 y 30 años. Todos desfilaron ante el magistrado Marcelo Cardozo, titular del Juzgado de Instrucción 1 de Posadas, secretaría del doctor René Casals. Y todos fueron imputados por lo mismo, “homicidio en ocasión de robo”, delito que prevé la pena de 10 a 25 años de prisión en caso de ser encontrados culpables el día de mañana.Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, la jornada comenzó temprano con un amplio despliegue de efectivos de la Dirección de Homicidios y Decimotercera para el traslado de los sospechosos. Los cinco primeramente pasaron por la subjefatura del Cuerpo Médico Forense, sobre avenida Corrientes, y posteriormente designaron abogados defensores.Ya por la noche, cerca de las 21 y después de que los defensores accedieran en detalle al expediente, comenzó la ronda de indagatorias. El primero fue el mayor de los apresados, seguido por el joven de 24 años, presunto “cabecilla” de la banda ligada a la prostitución. Ambos se dijeron inocentes y aseguraron no conocer absolutamente nada del hecho.Más tarde llegó el turno del joven de 23. Ese sospechoso también se despegó del crimen. Dijo que estuvo en un bar pool de avenida Lavalle casi Maipú y que no se movió de ese lugar durante toda la noche del martes 6 y la madrugada del miércoles 7 de junio.La “entregadora” y el joven de 25 años cerraron la rueda en plena madrugada. La muchacha se despegó de la acusación al asegurar que esa noche estuvo con otro hombre. Y el último de los indagados planteó una coartada similar a la del resto de los masculinos. Todos siguen detenidos mientras Cardozo aguarda por la llegada de los resultados de las pericias.Asalto premeditadoLos cinco sospechosos fueron apresados en el marco de la investigación realizada por efectivos de Homicidios, Decimotercera, Unidad Regional X y Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic) del Poder Judicial.Al decir de la reconstrucción de los investigadores, después de jugar al fútbol y dejar en casa a un amigo, Achingo buscó a la “entregadora” en inmediaciones a Francisco de Haro y Santa Cruz. Desde allí, la joven de 22 años le habría solicitado que lo acompañara a buscar algunas cosas a un inmueble de avenida Santa Cruz casi San Martín.Se trataba de un engaño. En ese lugar esperaban los cuatro apresados. El dirigente sindical cayó en la trampa: fue golpeado con un garrote posteriormente incautado en el VW Suran, uno de los dos autos secuestrados en la causa.Esa brutal golpiza dejó inconsciente a Achingo, pero no lo mató. Sin embargo, siempre al decir de la teoría principal, los sospechosos habrían creído que le quitaron la vida y por eso resolvieron deshacerse del cuerpo. Lo envolvieron con una colcha, sábanas y toallas. Desde allí lo trasladaron en el Citroën C-4 hasta la chacra 130, donde lo cubrieron con papeles y plásticos, e intentaron sin éxito prenderlo fuego. Recién allí murió el gremialista, víctima de asfixia, tal como develó la autopsia. Y allí fue encontrado, cerca de las 6 del miércoles 7 de junio.En un primer momento se especuló con un “ajuste de cuentas”, debido a las torturas que recibió el sindicalista e incluso ante el hallazgo del Renault Fluence del dirigente totalmente incinerado en el Acceso Oeste. Sin embargo, el testimonio de una testigo protegida fue vital para el esclarecimiento del hecho y la confirmación de la hipótesis de un asalto fatal.Esa joven contó que la “entregadora” y el joven de 24 años detenido fueron los “cabecillas” encargados de armar un plan para robarle al dirigente, como ya habrían hecho en más de una oportunidad con otras víctimas. Todo apunta a que ese era el objetivo de la banda ligada a la noche posadeña, que finalmente se propasó y acabó con la vida de Achingo.Fotos: M.Fedorischak
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