Los diputados nacionales de todas las provincias cerraron la mejor paritaria de todo el país: la presidencia de la Cámara dispuso la actualización del monto que perciben mensualmente al incrementar los gastos de representación, que pasaron de 10 mil a 20 mil pesos, y el canje de pasajes aéreos, que pasó de 20 mil a 40 mil pesos, totalizando una mejora de 30 mil pesos para cada uno. Con estos datos y teniendo en cuenta la reticencia de los funcionarios a mostrar sus recibos de sueldo, se calcula que cada diputado percibe en mano entre 95.000 y 153.000 pesos, dependiendo si cobra desarraigo (aquellos que viven a más de 100 kilómetros). A estos números se llega contabilizando los 95 mil pesos de Dieta más Gastos de Representación; los 18 mil de desarraigo para quienes corresponda y los 40 mil para quien canjee los pasajes por dinero en efectivo.Hubo algunos bloques, como el massismo y la izquierda que rechazaron el aumento, sin embargo, los diputados de Cambiemos y el FPV-PJ no lo rechazaron. Los legisladores Nicolás Massot (PRO), Fernando Sánchez (CC-ARI), Héctor Recalde (FPV), Mario Negri (UCR) y Leonardo Grosso (Movimiento Evita) firmaron el reclamo de aumento presentado ante el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, al tiempo que se opusieron el Frente Renovador, el GEN y el FIT (Frente de Izquierda y los Trabajadores), el único de los bloques que viene oponiéndose al dietazo desde el año pasado. Los siete diputados misioneros fueron beneficiados y no emitieron opinión al respecto, ellos son los renovadores Maurice Closs, Jorge Franco, Silvia Risko y Daniel Di Stéfano; la camporista Cristina Brítez y los de Cambiemos, Alex Ziegler y Luis Pastori.Las repercusiones en la opinión pública enseguida fueron muy críticas y uno de los referentes que se refirió al tema fue el sacerdote de la parroquia la Sagrada Familia, Alberto Barros, quien se mostró decepcionado porque la clase política prioriza sus actividades política partidarias por sobre el problema de la pobreza que afecta al país.“Honestamente, no sé cómo serán los gastos de un legislador pero por lo menos hay que decir que fue un despropósito y una falta de sensatez absoluta en una situación económica difícil con gente que le cuesta horrores llegar a fin de mes”, indicó y agregó que le pareció “chocante y escandaloso”.Ante este marco, Alberto Barros asumió sentirse defraudado por la clase política y comentó: “Tuve una esperanza cuando uno veía que en el Congreso, donde nadie tiene la mayoría Gracias a Dios, se empezaron a consensuar leyes y dialogar entre todos, ahora en este año electoral, desgraciadamente todo se vuelve a estancar aparecen los intereses particulares, las candidaturas y estrategias electorales”, expresó con indignación.Para él, aunque vayan variando los índices de mayor o menor pobreza, la problemática es estructural que tiene muchos años en nuestro país y exigió que la clase dirigencial tenga un examen de conciencia. En declaraciones televisivas, expresó que: “Producimos alimentos para 300 millones de personas y no podemos alimentar bien a nuestros 40 millones”.En este contexto, valoró que ahora se elaboren las estadísticas de una manera más creíble, sin embargo insistió en que no se observan intenciones en la clase política de resolver el grave problema de la pobreza: “Quien gobierna tiene la responsabilidad de poner las soluciones”, enfatizó. “No queda otra que un gran encuentro nacional entre políticos, empresas, gremios y la iglesia para poder afrontar el tema de la pobreza estructural. Hay que dejar las mezquindades y las chiquilinadas políticas”, arengó el titular de Cáritas de Posadas y sacerdote de Sagrada Familia.Por último, Barros se lamentó que “en los últimos 15 años se duplicó la cantidad de asentamientos, en vez de ser erradicado o urbanizado, se ha multiplicado” y agregó que el problema no es solo político sino un problema de raíz como Nación. Su postura no es sorpresiva porque la Iglesia ya le ha realizado fuertes cuestionamientos al Gobierno de Macri por su política económica y el crecimiento de la pobreza. En el mismo Tedeum, el pasado 25 de Mayo, el cardenal Mario Poli al encabezar esa ceremonia remarcó que: “No hay motivos para hacer fiesta patria cuando buena parte de nuestro pueblo no se siente invitado porque no posee igualdad de oportunidades y carece de lo necesario para una vida digna”.“Las estadísticas veraces son muy buenas porque nos advierten dónde estamos parados y nos animan a encarar soluciones. No obstante, los porcentajes invisibilizan el dolor de las familias que sufren la postergación y el desánimo, eso solo se supera con la cercanía fraterna y cordial de otro argentino”, reclamó el referente de la Iglesia Argentina, con el presidente Mauricio Macri y su esposa Juliana Awada sentados enfrente.
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