Además de las pérdidas por mortandad de animales que podría llegar a las 100 mil cabezas de ganado muertas, la ganadería también se ve afectada por precios bajos de venta debido a la excesiva oferta que se genera ante la necesidad de vender animales para evitar que mueran por las inundaciones.Al haber mucha oferta bajan los precios y afecta a aquellas zonas ganaderas de la región sin problemas.Gabriel Montiel, presidente de la Sociedad Rural de Misiones, reconoció esta situación producto de las inundaciones en varias provincias de la región, en especial Corrientes que es la de mayor stock ganadero del nordeste.Si bien reconoció que es una situación extrema la que lleva a vender hacienda para evitar la mortandad o por falta de campos sin agua, Montiel señaló que ello “planchó” los precios del ganado.Sostuvo que es también otro efecto que agrava la situación complicada de las lluvias e inundaciones en la zona nordeste.“Los productores se ven obligados a tener que vender el ganado y eso genera una excesiva oferta que hace caer el precio en toda la región”. Agregó que también el precio de los insumos del campo suben por esta situación de lluvias e inundaciones.En la ruta 5, entre San Luis y Caá Catí, hay más de 15.000 cabezas al costado de la ruta porque no hay campos disponibles. En un campo, las vacas quedaron aisladas por el agua como en una isla, tal como muestra la foto que acompaña esta nota, y murieron todas, precisó Manuel García Olano, secretario de Agricultura de Corrientes.Ante la desesperación de los productores por no saber qué hacer con los animales que les quedan, y ante la necesidad de vender de otros, se organizaron tres remates en los últimos siete días con flete y comisión gratis para el pequeño productor.
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