Señora Directora: Cuando el ser humano tiene hambre, come. Se alimenta para seguir viviendo. Entre los alimentos hay muchos productos de animales más que nada domésticos, además de verduras y frutas.Las distintas especies animales también tienen hambre y se alimentan para subsistir, como las especies silvestres. Las hormigas, por ejemplo, se alimentan de vegetales de todo tipo, ocasionando daño a muchos productos.En la década del 50 había, más que nada en la zona norte de nuestra provincia de Misiones, estimativamente 1.800 ejemplares de yaguaretés, pumas, tiricas, jabalíes, pecaríes, etc., y cada especie tenía su hábitat para obtener su forma de alimentarse porque, lógicamente, también tenían hambre; y ese hábitat era la selva forestal única en el mundo.La población humana fue aumentando y necesariamente había que ampliar la superficie productiva, no solo de yerba mate, sino de tabaco, mandioca, té, etc. La consecuencia fue que se iba achicando cada vez más la superficie de los hábitats silvestres y algunas especies dejaron de existir.Si a esto agregamos que al iniciarse la formación de las colonias en toda la Provincia nunca faltaron quienes los fines de semana iban al monte a “cazar”. Fueron inventando las esperas o sobrados, donde derramaban en el suelo sal gruesa, se trepaban a su escondite y con el fusil o escopeta, apuntando al salero, esperaban que se arrimaran los animales. Algunos apuntaban a la cabeza –la mayoría lo hacía al bulto-; herido, el animal salía corriendo y caía a pocos metros, sufriendo una horrible agonía. Otros se las ingeniaban con todo tipo de trampas para obtener una piel y con ello contribuir con la “industria” peletera.Ninguna autoridad, constitucional o de facto, ha hecho algo para evitar esa sanguinaria práctica.
Discussion about this post