"Es muy difícil vivir en estas condiciones, más de una vez recurrimos a la Dirección de Acción Social del Municipio; pero nunca tenemos una respuesta positiva, y así transitamos padeciendo estas necesidades básicas con nuestros hijos", relató Estela Mendoza, una de las afectadas. "Soy una madre del barrio y vivo acá hace mucho tiempo, y estoy sin agua ni luz. Tengo siete hijos; pero sólo los cuatro más chicos viven conmigo, soy una mujer jefa de hogar. Tengo un bebé de un año que nació prematuro y se me dificulta mucho criarlo sin contar con agua potable. Tampoco tengo mi casa terminada, falta el piso, ventanas, puertas porque hace poco hubo una tormenta e hizo un desastre. Mojó toda nuestra ropa, las camas, los colchones. Sufrimos mucho y pedimos ayuda. Una de mis hijas también tiene tres chicos y está sola, y las dos estamos padeciendo juntas el mismo problema", dice con pesar."No somos intrusos, pagamos nuestros terrenos"Además, Estela contó que la respuesta que obtienen los vecinos, de parte de la Dirección de Acción Social, es que el barrio no puede recibir ayuda porque "se trata de un barrio usurpado". Pero, "yo no usurpé nada, compré este terreno con otras personas que me vendieron. Y si es así, no sabía, compré de buena fe porque necesitaba un lugar para mí, mis chicos y mis nietos. Somos gente trabajadora que no pretendemos que nos regalen nada, podemos pagar el agua que consumimos; pero la cooperativa no se ocupa de nosotros, y en Emsa me dijeron que era imposible bajar la luz porque se cerraron todos los grupos, que un vecino, Felipe, hizo el listado de los grupos barriales, y como no pude ingresar me quedé sin agua y sin luz".La mujer utiliza agua que le presta una señora del barrio, y lamenta padecer ese calvario; pero no pierde la esperanza de que haya una solución. "Al no tener luz me manejo con velas, pero con bebés en la casa, esta situación atenta contra la salud de ellos. La idea no es que haya solución para uno y otro individualmente, sino para todos los del barrio; por eso decidimos hacer la reunión", afirma Estela Mendoza.Discriminados por el MunicipioEl diputado Sereno junto al dirigente de la Coordinadora de Trabajadores Rurales de Misiones (Cotrum), Jorge Páez, quienes fueron invitados por los vecinos para interiorizarlos sobre la acuciante situación, escucharon a las familias del barrio 8 de Diciembre. "Es increíble la situación en la que viven estas familias, y no es desde hace un mes o dos, sino que llevan más de quince años, como el caso de Irma Caballero que tiene una beba y padece carencias como las familias de este barrio antiguo que todavía no cuenta con luz, ni agua ni caminos como corresponde. Como si fueran totalmente discriminados por el Municipio de Wanda", explicó el legislador."Agradecemos que alguien se haya acercado a escucharnos porque nuestro reclamo viene de hace muchos años. Es un barrio donde la vida se pone muy difícil sin luz, ni agua, y con ese objetivo luchamos. Yo tengo cuatro chicos, el más grande tiene diez años, otro de seis, de tres y el bebé de 26 días. Los dos más grandes van a la escuela, pero es muy difícil sin caminos. A veces me pregunto: ¿será que sufrimos este hacinamiento y abandono de las autoridades porque somos pobres? No recibimos ninguna ayuda y entonces todo se vuelve difícil", señaló Caballero.Ella fue muchas veces a Municipalidad pero siempre recibió la misma respuesta, que no la puede ayudar porque están en el barrio como intrusos, y la verdad es que "nosotros compramos nuestro lote de tierra. Nadie nos regaló; pusimos nuestra platita para tener un lugar. Creo que los gobernantes no están al lado de la gente, no se preocupan. Con voluntad podrían ayudar, por lo menos el intendente (Felipe Jeleñ) y su gente que se comprometió, y ahora no aparece. Acá somos todos humildes", indica la mujer con su bebé en brazos. Familias trabajadorasMarcelo Gómez, otro de los vecinos, coincidió con el resto de los padres, madres y jóvenes presentes en la reunión, acerca de las dificultades de vivir en un barrio donde hay 20 personas por cada medidor de luz, y la escasez de agua potable es desesperante. Usan mucha agua de pozo que nadie sabe si es apta o no. No hay caminos transitables para ir y venir. Son más de 200 familias que están peleando para vivir dignamente, nada más ni nada menos."Es complicado vivir acá. Somos todos trabajadores que a veces tenemos que pagar hasta 600 pesos para una carga de tierra en el barrio. En la última campaña electoral estuvieron aquí en este barrio, en esta misma canchita donde estamos, varios políticos prometiendo cosas que iban a trabajar por el barrio; pero nunca vimos nada. Los que prometieron y ganaron, no aparecieron más".Lo único que piden todos es que se trabaje por el barrio. "Que dejen de pintar cordones en el centro y vengan al barrio""La primera gran necesidad del barrio es el agua, y después que cada uno tenga su propia luz, porque con la cantidad de conexiones en un solo medidor se complica. Hay vecinos a los que se les quemaron heladeras y televisores con los bajones de luz, y el otro problema es que cuando corta la luz, a veces tenemos que esperar uno o dos días hasta que Emsa venga. Con el agua cada uno se arregla pagando y haciendo pozos perforados, artesanales. En una esquina está el pozo de agua y en la otra está la letrina, entonces creemos que es un riesgo sanitario", comentó Gómez, quien también mencionó el tema de los caminos, y cómo cuesta que ingresen cada vez que necesitan leña o tierra. "Nos dicen que cuesta llegar porque la entrada es desastrosa. No es justo. Acá los caminos se hicieron como se pudo, hay partes peores. Reclamamos que empiecen a trabajar por la gente, por los vecinos. Que dejen de pintar cordones en el centro y vengan a poner los pies en el barrio. Las enormes necesidades es de familias como nosotros. Estoy seguro que este año vendrán nuevamente a pedir votos para las elecciones de octubre", lamentó finalmente el vecino.
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