Hola queridos amigos. Siempre me es muy grato escribirles los distintos temas que surgen de mi corazón, pero hablar de los ángeles, como lo haré hoy, me llena de un secreto gozo porque reconozco que son mi predilección. Dios ha creado a los hombres y a los ángeles para que caminen de la mano. A cada Ser le ha sido otorgado un ángel y a cada ángel un Ser. Su naturaleza es la misma y juntos deben evolucionar, pero es el libre albedrío del ser humano el que lo hace optar. Por eso es él quien tiene "el poder de la decisión", de hacerlo o no, dado que el ángel no posee ese poder. Sólo puede acompañarlo en su caminar esperando que repare en él. Cuando el hombre descubre a su compañero y empieza a utilizarlo, es el momento en que no solo comienza a despertar de su ilusión, sino que también su vida se vuelve un feliz paseo hasta llegar a caminar sin tropiezos. El maligno, que es un ángel caído, tiene igual naturaleza que los anteriores y ambos: ángel celestial y ángel malo, dentro del hombre están y nuevamente es este último quien de los tres el que posee el libre albedrío y quien decide a cuál de los dos escuchar. Es por esto que se dice que el maligno no tiene entidad en el mundo material; sólo puede valerse del hombre para hacer su maldad. Al no actuar por sí mismo, instiga a aquel que le permite entrar en sus pensamientos y así actuar por él. Ahora, si decide optar por el Bien, su mente se abrirá a una mayor comprensión, con lo que su corazón, que es de donde salen todas las conductas y palabras, se una al ángel bueno desechando al caído. Así elegirá el buen andar, el buen hablar, el expresarse con dulzura y cariño, desechar las críticas, las alabanzas melosas que envenenan el espíritu, las palabras agresivas, hirientes y sin sentido que sólo buscan un rédito vano o un aplauso pueril o simplemente menospreciar al semejante. Queda demostrada nuevamente que la naturaleza del hombre, o su esencia, como me gusta decir, no es otra que sus pensamientos y sus sentimientos, pues es la única manera que estén dentro de él inspirándolo u hostigándolo. Queda claro entonces que es con la misma naturaleza, es decir que es con tus pensamientos y sentimientos, que invocarás a tu ángel o exorcizarás demonios con el poder y la fuerza que te otorga tu libre albedrío. Debes "comandar" al enemigo para que se retire en nombre De Dios. La palabra comandar la he resaltado, pues cuando yo había recibido este mensaje, así se expresaba y me llamó la atención, por lo que al buscar los sinónimos de lo que significaban: mandar y comandar, me sorprendió la diferencia, ya que mandar significa ordenar a cumplir lo asignado, mientras que el que comanda, tiene poder sobre el comandado, lo gobierna. Es decir que nosotros tenemos poder sobre el maligno, y él sabe esto. Somos nosotros los que no lo sabemos y, por lo tanto, no quiere que nos enteremos, por lo que nos inspira temor para someternos a él. Pueden ustedes, sabiendo esto, considerar el poder que poseen por sobre los ángeles?Si ambos estamos hechos de la misma sustancia divina, cuya síntesis constituye lo que somos, y ellos son nuestros pensamientos y sentimientos, sopesen el valor de nuestras decisiones, consideren que son ellas las responsables de construir para nosotros, para nuestro mundo, para el planeta, un maravilloso lugar donde estar o destruirnos y con ello a nuestro entorno. Es el momento, entonces, de tomar ya la decisión de colaborar junto con los ángeles con el plan divino. Cuando optamos por el Bien, como se ha dicho: por el buen pensar, el buen decir, el buen obrar, iremos purificándonos, para que nuestras decisiones adquieran poder. Por eso déjate hoy sanamente aconsejar por tu ángel, sal del círculo oscuro que ciega tu entender y ve más allá de lo que tu simple mirada puede observar; ponte por sobre el devenir y actúa desde la luz. Hasta la próxima mis devenidos ángeles de luz.ColaboraGraciela del CarmenZaimakis de AbrahamEscritora
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