(Nota completa publicada el 25 de mayo de 2012)El 25 de Mayo de 1810 comenzaba una nueva etapa de nuestra historia. Un grito de libertad, pero no fue el primero sino otro más de muchos que ya se venían dando en lo que hoy es Sudamérica, para romper ligaduras con el gobierno central de España.Si los eventos de aquella época se ponen en perspectiva, como fue posible en una mesa temática alusiva a la fecha (en la que PRIMERA EDICIÓN pudo contar con la valiosa mirada de historiadores y estudiantes de Historia de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones) es posible entender que las disputas que se dan en 1810 y que se prolongan, si se quiere hasta nuestros días, iniciaron una revolución que todavía no se cumplió del todo. A saber: los hombres de la Revolución de Mayo planteaban la revolución en más o menos tres esferas: política, económica y social.El estudiante de quinto año de la licenciatura, Omar Ferreyra, invitado a la mesa, lo sintetizó así: “En 1810 en América se daba el umbral de una revolución que no se llegó a concretar en todos sus ámbitos, por ejemplo, el social. Quizá se la concretó en lo político y económico. Rompimos una estructura con una metrópolis en decadencia que era la española, pero en realidad nuestra economía pasó a depender de otra metrópolis que era la más poderosa en ese período que era Inglaterra. Políticamente fue bastante difícil lograr un poder unificado dentro del virreynato, que realmente no se lo pudo lograr, sino que se fragmentó en las diferentes naciones que ahora existen. La revolución social, la de ver a todos los hombres como iguales, que debían participar en la distribución de la riqueza (ideas que son fuertes en Mariano Moreno, Manuel Belgrano, Juan José Paso y muchísimos caudillos del interior) nunca la vimos, no llegó”.Para la historiadora Nélida Graciela González, quien también es consejera del departamento de Historia y docente en la enseñanza media, “cuando queremos enseñar historia y qué es lo que pasó en 1810 tenemos que empezar a plantearnos que ese profundo debate se inició allí y sigue hasta nuestros días. Y está bueno que así sea, porque si uno quiere enseñar 1810 como algo histórico, que ya pasó y no está vigente, no tiene ningún sentido. Hay que sacar la fecha de la efeméride y nosotros como historiadores debemos dar a las fechas patrias la relación presente pasado y pasado presente, de manera tal que se alimente la memoria colectiva para que sepamos quienes somos y qué modelo de país queremos".Con ese mismo concepto, el profesor Humberto Ismael Décima apuntó: “Si hacemos la mirada desde afuera, se puede pensar que nosotros (como país libre) somos consecuencia de Europa. Pero ocurre que en el relato histórico, que más aparece en los textos escolares, se omiten muchos movimientos libertadores que son propios de América y uno de los más grandes fue el que realizó Tupac Amaru, un caudillo indígena líder de la mayor rebelión anticolonial que se dio en el Alto Perú durante el siglo XVIII. Ese fue un movimiento netamente americano que no necesitó de ideas europeas exportadas, además fue anterior a la revolución francesa. Fue uno de los primeros gritos de libertad que tiene América gestados para romper con el poder, que no se concretó porque lo terminan descuartizando. El 25 de Mayo de 1810 se da, podemos decir, otro grito de libertad, pero coincido con que hay ciertas ideas que no se concretaron, que siguen vigentes y que fue la visión de los revolucionarios”, zanjó.TensionesDurante la charla, que también propició un debate medular sobre los 202 años de la Patria, fue inevitable hablar sobre el reciente conflicto entre España y Argentina por la expropiación de YPF a Repsol. “También hoy se sigue viendo y viviendo tensión con España. Al menos eso lo demostró la puja por la expropiación de la petrolera, donde la discusión es quién es más nacional que quién”, analizó el estudiante de tercer año del profesorado y licenciatura en Historia Rodrigo Verón.En un elocuente análisis, otro alumno, Gabriel Dávalos, graficó: “Pienso que la discusión fortaleció al país, porque hubo unidad desde todos los sectores en relación a esto. Además, estamos hablando de una empresa que no estaba cumpliendo bien con el abastecimiento, porque si lo hacía no iba a haber problema. Sin embargo, esto viene muy de la mano con algo de mucho antes, ¿qué es mejor? ¿Lo de afuera o lo nuestro? Lo que habría que preguntarse es ¿somos capaces de hacer algo bien? Está bien: lo de afuera es bueno, quizá lo mejor que hay, pero ¿nosotros podemos hacerlo mejor? Ese es un debate que nunca se da y preferimos traer lo de afuera e inclusive -si lo nuestro es bueno mejor dejamos que los de afuera administren, porque lo hacen mejor. Entonces ¿para qué servimos nosotros?”.Para el profesor Décima el análisis de la tensión suscitada recientemente por Repsol-YPF fue que la empresa “buscó maximizar ganancias. No importaba si cortaba el circuito de abastecimiento o exploración. Lo importante era maximizar ganancias. No quiero llevar a la ligera ese concepto al virreynato, pero podemos ver que en esa época también estaba presente la cuestión de la recaudación fiscal. No importaba otra cosa que sacarles impuestos al máximo a las colonias americanas, extraer los metales de México y del Alto Perú y creo que hoy España está repitiendo ese modelo de ver cómo hace para maximizar ganancias, y así le va ”.Plan de Operaciones“El
plan de operaciones de la Revolución de Mayo escrita por Mariano Moreno se lo descubre en el archivo de Sevilla, cuya copia se envía, pero se pierde, con lo cual, aquí se pone en duda si había sido verdaderamente escrita por Moreno y como la opinión del creador de la biblioteca nacional era que ‘jamás Moreno pudo haber escrito esto’ (en el plan se habla de mentir, engañar y traicionar con tal de cumplir con la revolución) y se lo idealiza como ‘el hombre de bien’, pero no nos olvidemos que Moreno era un político también y lo pudo haber escrito lo más bien. Hay que recordar que fue el mismo Moreno el que mandó a Frech y a Beruti a matar a Santiago de Liniers, el héroe del enfrentamiento ante las invasiones inglesas. Concretamente, Moreno les manda a decir a estos dos fieles seguidores: ‘O ustedes lo matan o voy yo y lo mato y después los mato a ustedes dos por traicionar a la Patria’. Vaya que sabía lo que quería”, opinó Décima. Si la historia la escriben los que ganan…“Lamentablemente la historia no lo escribieron los caudillos, sino que la escribieron hombres que triunfaron sobre ellos. Si es que el discípulo de Mitre, Adolfo Saldías (que crea la historia basada en documentos), no revolvía el pasado para buscar la verdadera historia, para saber qué pasó en el país desde 1820 hasta 1853, creo que nunca nos hubiéramos enterado”, apuntó por su lado el alumno de quinto año de la carrera Omar Ferreyra.También el estudiante Dávalos concluyó: “Me parece que siguen vigentes las dos formas de pensar que se proclamaban en la revolución, sigue habiendo dos modelos y es lo que se repite a lo largo de toda la historia argentina: unitarios y federales, federales y liberales, mitristas y sarmientistas, rosistas y caudillos, peronistas y antiperonistas. Uno puede discutir diferentes modelos o distintas formas de llegar a un objetivo, pero ¿cuál es el objetivo? y me parece que esa es la discusión que nunca estuvo saldada en Argentina”.Paso a pasoMartes 22. Ya desde temprano fueron llegando los “cabildantes”. De los 450 invitados sólo concurrieron 251. También estaba presente una “barra” entusiasta. En la plaza, French, Beruti y los infernales esperan las novedades. La cosa se fue calentando hasta que empezaron los discursos, que durarán unas cuatro horas, sobre si el virrey debía seguir en su cargo o no. Comenzó hablando el obispo Lué diciendo que mientras hubiera un español en América, los americanos le deberían obediencia. Le salió al cruce Juan José Castelli, contestándole que habiendo caducado el poder real, la soberanía debía volver al pueblo que podía formar juntas de gobierno, tanto en España como en América.El fiscal de la Audiencia, Manuel Villota, señaló que para poder tomar cualquier determinación había que consultar al resto del virreinato. Villota trataba de ganar tiempo, Juan José Paso le dijo que no había tiempo que perder y que había que formar inmediatamente una junta de gobierno. Casi todos aprobaban la destitución del virrey pero no se ponían de acuerdo en quien debía asumir el poder y por qué medios. Castelli propuso que fuera el pueblo a través del voto el que eligiese una junta de gobierno; mientras que el jefe de los Patricios, Cornelio Saavedra, era partidario de que el nuevo gobierno fuera organizado directamente por el Cabildo. El problema radicaba en que los miembros del Cabildo, muchos de ellos españoles, seguían apoyando al virrey. Se decide llevar el tema a votación.Al otro día, en el recuento de votos, pierde el virrey Cisneros y cesa el mando. Pero lo hacen asumir como nuevo jefe de la junta de gobierno; el 24 lo obligan a que renuncie.Todo parece indicar que el 25 de mayo de 1810 amaneció lluvioso y frío. Grupos de vecinos y milicianos, encabezados por Domingo French y Antonio Beruti, se fueron juntando frente al cabildo a la espera de definiciones. Pasaban las horas, hacía frío, llovía y continuaban las discusiones. El Cabildo había convocado a los jefes militares y estos le hicieron saber al cuerpo a través de Saavedra que no podían mantener en el poder a la Junta del 24 porque corrían riesgos personales, pues sus tropas no les responderían. En esos momentos Antonio Luis Beruti irrumpió en la sala capitular seguido de algunos infernales y dijo: “Señores del Cabildo: esto ya pasa de juguete; no estamos en circunstancias de que ustedes se burlen de nosotros con sandeces, si hasta ahora hemos procedido con prudencia, ha sido para evitar desastres y efusión de sangre. El pueblo, en cuyo nombre hablamos, está armado en los cuarteles y una gran parte del vecindario espera en otras partes la voz para venir aquí. ¿Quieren ustedes verlo? Toque la campana y si es que no tiene badajo nosotros tocaremos generala y verán ustedes la cara de ese pueblo, cuya presencia echan de menos. ¡Sí o no! Pronto, señores decirlo ahora mismo, porque no estamos dispuestos a sufrir demoras y engaños; pero, si volvemos con las armas en la mano, no responderemos de nada”. Poco después se anunció finalmente que se había formado una nueva junta.ApostillasEl puebloCuando se celebra el primer centenario en Argentina, se invitó a la “gente bien”: la aristocracia argentina que recibía a los reyes españoles. Cuando se festejaron los 200 años la gente ganó las calles.1910, estado de sitioEn 1910 en Argentina se había declarado estado de sitio. Días antes se habían producido manifestaciones a raíz de la ley de residencia. Anarquistas y socialistas salieron a defender sus derechos.Pendiente IMucho de los pensamientos de los hombres de Mayo no se cumplieron, como el reglamento de Belgrano para los pueblos guaraníes sobre repartir la tierra, que hasta hoy no tienen un título de propiedad.En las aulasDurante la mesa temática hubo acuerdo en que “hay que recuperar a los docentes, en el sentido de su conocimiento profundo de la historia. “Deben saber mucho de historia así enseñen matemática”.Participación“Vemos como buenas las experiencias en las que se da toda la participación del acto al alumnado con previa preparación y es una forma de comprometerlo, porque se siente parte”.Pendiente IIEnseñar sobre la fecha en el secundario todavía tiene muchas falencias, porque en general falta primero educar sobre historia a los docentes para que después puedan educar a los alumnos.
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