“Te extorsiona, te quiere sacar la caja de jubilación provincial, te pide que cambies normas provinciales, como la ley de lemas”, cuestionó el funcionario los requisitos del Gobierno para enviar recursos y de “un plan serio para que acompañen el esfuerzo nacional”. Pietragalla insistió en que el gobierno santacruceño no va a echar empleados para achicar el gasto público, al sostener que “la gobernadora (Alicia Kirchner) fue muy clara: ‘con la gente adentro sí, con la gente afuera, no’”.En declaraciones a radio Cooperativa, el dirigente de La Cámpora añadió que al pedido de “ajuste de jubilaciones y cesantías de trabajos públicos, nosotros respondemos ‘con la gente adentro’”.El dirigente por los derechos humanos admitió que cuando asumieron al frente de la provincia se encontraron “con una administración pública sobrecargada de personal y tampoco capacitada”, pero remarcó que “si vos dejás a la gente sin trabajo acá, no consigue más nada”.En este sentido, aseguró que “los conflictos sociales” que el ex gobernador santacruceño Daniel Peralta tenía en la provincia “los resolvía con contratos en el Estado”.El funcionario también reprochó que “la mayoría de las provincias ya cobraron adelanto con forma de crédito” y “se endeudaron, pero para hacerlo tenés que tener la autorización del gobierno nacional y eso tampoco nos están dando”, por lo que planteó: “¿Esto cómo se llama?, se llama ahorcamiento”.“Hay una política neoliberal que arrasó, no sólo a la provincia de Santa Cruz, sino a todas las provincias, y que se siente fuertemente en las provincias patagónicas”, sentenció Pietragalla, quien concluyó que “la economía nacional” las “perjudicó”.Frente a esta situación, subrayó que “la gobernadora está esperando un adelanto del gobierno nacional, con unos meses de paciencia” porque -enfatizó- “la provincia viene pasando un momento complicado, con una poca ayuda del gobierno nacional” y “cuesta mucho pagar todos los salarios”.En cuanto a los incidentes del viernes a la noche y sábado a la madrugada en la residencia de Kirchner en la ciudad de Río Gallegos, hasta donde llegó un grupo de manifestantes para reclamar el pago de sus salarios, el funcionario opinó que “lo que se vivió fue algo atípico, que pasó un límite”.“Es un reclamo justo y tienen derecho a manifestarse y en la provincia hace un año y medio que estoy yo, nunca hubo represión, salvo lo que pasó el viernes, que pasaron todos los límites”, consideró.Al respecto, insistió en que “hay una voluntad del gobierno santacruceño de no reprimir la protesta social, pero lo que vimos el viernes fueron 50 personas adentro de la residencia de la gobernadora, no había otra forma de sacarlos”.Fuente DyN
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