Desde joven, su pasión fue colaborar con los músicos en la parte técnica sobre el escenario, sin imaginar que ese oficio lo llevaría a participar de los principales festivales de país y realizar giras internacionales por Sudamérica y trabajar junto a los máximos exponentes del nuevo folclore, como Soledad Pastorutti y Jorge Rojas. En los 90, Rivero trabajó de “plomo” en populares bandas locales, entre ellas, La Corte SR Manga, Fabián Meza y la Cortada, Joselo Schuap, Batería Legal; ya en 2004 se trasladó a Rosario, para trabajar en la empresa Marti Audio, con la que realizó la operación técnica de los principales festivales del país. Ocho años después se incorporó al equipo de Soledad Pastorutti, hasta 2016, cuando se sumó al staff de Jorge Rojas, como jefe técnico y en producción técnica. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, contó algunos detalles de lo que significa convivir con estos dos grandes artistas, describió el lado humano de la cantante oriunda de Arequito y el exNochero, con quien “arranco a trabajar haciéndome conocido por el mate, compañero de mi vida, tengo un equipo preparado siempre”, confesó. “Viajé desde Rosario a Ushuaia llevando equipos en micro, en 2008, en una gira me conocí con la Sole, yo iba como empresa nada más y hacíamos la parte de sonido, ella venía con sus técnicos; hasta que terminó mi etapa con Marti Audio y empecé a trabajar con ella, tuvimos muy buena onda, porque cuando estábamos de gira, los músicos venían a tomar mate conmigo. Soledad, en las entrevistas de Pronto o Gente, dice que los únicos mates amargos que tomaba eran los míos, que en su “staff” tiene un misionero, ‘es con el único que tomo mate amargo porque son los únicos que aguanto, en mi casa tomo mate dulce y mi marido toma el mate muy caliente’”, recordó. Junto a esta artista pasó seis años, durante los cuales realizaron diversas giras internacionales en Sudamérica, que finalizó en Cosquín, con la celebración de veinte años de trayectoria de la cantante. “Hoy agradezco a Dios que fui parte de eso, un acontecimiento tan grande, hablo y se me eriza la piel”, confió el hombre que además trabajó cinco años en la operación técnica del Festival de Cosquín, donde tuvo la oportunidad de ver el retorno a los escenarios de Mercedes Sosa.Técnico de grandes festivalesAdemás, llevó adelante la operación técnica de la Fiesta de la Música del Litoral y la del Festival de las Peñas en Santa María, en Córdoba, durante un lustro; y el Festival de las Manzanas, en Río Negro, entre otros. “Recorrí el país con los equipos de sonidos y de paso me especialicé, siempre yendo a algún curso para ver en qué podía mejorar”. Así, tuvo la oportunidad de trabajar junto a profesionales de bandas internacionales, como Maná, cuando realizó su gira en Rosario, porque Marti Sonidos colaboró con ellos; “trabajé como refuerzo técnico en lo que su equipo necesitaba, nada más, me hice amigos dentro del staff y nos juntamos a comer asados”, relató. Los artistas y sus fansEl misionero también se refirió a los peligros que corren, tanto el artista como el público al acercarse por un autógrafo o sacarse una foto y las distintas situaciones que le tocó vivir en ese aspecto.“La gente piensa que el artista no tiene ganas de sacarse fotos y ellos se mueren por ir, pero hay otras cuestiones, como el vallado que no es para que el público no se acerque sino que limita para que la gente no corra riesgos, atrás del escenario tenés 380 voltios y fierros. Vi a mucha gente lastimarse para ir a sacarse una foto, gente que le arrancó un mechón de pelo a la Sole por sacarse una foto, entonces se torna sin querer dañino porque lastiman o se lastiman. En un show nunca sabés si hay un cable pelado. Me pasó con ella que se escapó del auto para sacarse fotos con la gente, con Jorge pasa lo mismo, disfruto mucho esto de las giras”. Junto a Rojas Los caminos y el contacto con artistas lo llevaron hace un año a ser parte del equipo técnico de Jorge Rojas, quien hace más de treinta años que recorre con su música distintos escenarios. Actualmente es uno de los músicos más convocantes del folclore, “en mayo se va a cumplir un año que estoy como jefe técnico, otras veces trabajo para su hermano, el Indio Rojas, me encargo todo lo que sea producción técnica y controlo todo en el escenario desde decir necesito estas luces, el equipo de sonido, la consola, que el montaje sea de esta forma”, describió. Y resaltó la profesionalidad de Rojas antes de cada presentación y lo consideró uno más del equipo de trabajo, “es un artista al que no se le escapa ningún detalle, sabe todo lo que pasa a su alrededor, sube al escenario y sabe si están bien las luces, la pantalla, el montado, las tarimas, va a todas las pruebas de sonido y está en los mínimos detalles, trabaja para su show y eso se ve reflejado cuando aparece en escena, eso contagia al grupo a no quedarnos, son gente muy sencilla, que si tiene que ayudarte a levantar una silla, mover una tarima, viene a hacerlo, comulga con el trabajo, es uno más”. Incluso, su forma de ser nunca deja de sorprender al grupo, “a veces se baja del micro y va al hotel a hacer el checking y no usa al mánager o quien tiene que hacer ese trabajo, se olvida por un momento que es Jorge Rojas, a nosotros nos causa gracia porque vemos a otros artistas a quienes les hacen todo; con la Sole compartíamos muchas cosas en el colectivo, terminábamos un show, subíamos y era la última en irse a dormir, pasa lo mismo con Jorge, y si él tiene que ceder su cama a alguien se va a dormir a un sillón, esas cosas te sorprenden”, señaló.Detrás del escenario El posadeño describió al artista como un compañero de trabajo y lo importante que es la convivencia con quienes a veces pasan más tiempo juntos que con sus familias. “Siempre puede haber discusiones, porque viajamos 17 en un micro y cada uno tiene su cama, su horario de levantarse, pero roces y peleas no hay, pueden haber intercambios de opiniones, en el caso de Jorge, no permite el roce porque ve cómo solucionar eso, la tranquilidad ante todo, eso habla del profesionalismo del cantante, técnicos y músicos, vivimos de esto y se trata de convivir, saber manejar un grupo”. “Como jefe técnico manejo a siete personas que son operadores de monitores, iluminación, pantallas, imágenes, camarógrafos y asistentes. A mí me toca que todo eso funcione”, señaló. A esto se agrega que las innovaciones tecnológicas se actualicen diariamente y que los artistas llevan lo último en consolas, luces, sonidos, cables, micrófonos y pantallas de LED. “La banda de Jorge comprende batería, guitarra eléctrica, bajo, piano y un acordeón, toda la banda es de Có
rdoba y juntarme con ellos es reírme todo el tiempo, son una máquina de hacer chistes, tienen chispa, a veces me escuchan con la tonada de Misiones y se ‘cagan’ de risa, aunque tengo una mezcla de Misiones, Salta y Córdoba”, dijo.Más allá de lo artísticoPocas personas conocen que el músico salteño preside la fundación Cultura Nativa, que asiste a las comunidades de los pueblos originarios que viven en el Chaco salteño, que visita en el marco de un gran festival que realiza todos los años.“Jorge lleva con la fundación cincuenta médicos para que atiendan a las más de veinte etnias, y trabaja para ellos, él lucha día a día para que esa gente no sea olvidada. Ese lugar es su cable a tierra, es donde va a componer sus temas, ahí se encuentra con sus raíces. Tanto él como su hermano Lucio hicieron llegar el asfalto, la luz y el agua potable. El año pasado fue a trabajar para esa gente, le regalás un caramelo a los niños y para ellos es el mundo”, rememoró Rivero, quien el 16 de mayo próximo estará viajando rumbo al Chaco Salteño para participar del Sexto Festival de la Cultura Nativa, junto a los Rojas y los músicos de la región. Invasión MisioneraEl técnico comentó que su hermano también trabaja a lado del músico salteño y que junto a la Sole se desempeña su amigo Darío Markievch, de Apóstoles, que colaboró muchos años con el conjunto Los Cuatro Ases.“Estamos copando la parada, ojalá que sigan saliendo chicos de acá y vuelvan a su tierra y cuenten lo que aprendieron”, finalizó.
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