Quiero que la honestidad sea la protagonista de esta noche y así confesarte esto que se apoderó de mi razón, que lleva tu nombre bordado de un color dorado cada vez que miro al cielo y en él apareces.Incluso parece que a tu lado voy soñando cuando conmigo quieres caminar y hablar de todas esas cosas que no podemos guardar.Dejáme seguir soñando, pero hay algo que te tengo que decir, pero no con palabras sino con mi silencio y el mirarme en tus ojos, rumbo a mi hogar que se llenará de luz y risas cuando te vea entrar. No sabés lo bien que me hacés, el sólo hecho de escuchar tu voz hace que mis pensamientos vuelvan a inventar una ilusión, donde tú sola me esperes para irnos hacia un futuro pleno de amor y plenitud.No puedo decírtelo aquí en la calle, bajo este cielo, quiero que estemos en el abrigo de mi cuarto y de fondo suenen esas melodías que tanto nos encantan. Quizás ellas tengan las palabras con las que quiero confesarme y contarte todas las ganas de amarte, que tu cuerpo me abrigue esta noche y me duerma entre tus encantos. Te sonará atrevido, pero quiero tomar tus manos con las que siempre te adueñabas de esa copa de vino, así como quiero que te apropies de mi destino y olvidar todos esos días grises en los que no estuve contigo. Apuremos el paso, ya estamos cerca, el húmedo empedrado nos mira como silencioso testigo y sus adoquines se transforman en pétalos que se abrirán para darnos paso y lleguemos a ese destino que será nuestro y que nadie más podrá entrar.Esta noche será testigo de la confesión y caminás sin sospechar nada de lo que siente mi corazón. Si hasta pienso que el brillo de tu cabello cuando caminas por la vereda, es pura fantasía que al mirarte, de la nada me produce una sonrisa, mientras miro el andar de tu sombra que parece descubrirme y adelantar sus pasos hacia mi hogar. Aún no te dije que el menú es tan sencillo que ni lo recuerdo, sólo es otra excusa que se me ocurrió en esta ocasión, el hambre se convirtió en estas ganas de estar con vos y trepar a tu cuerpo como una hiedra que se aferra a una roca Este viento frío que pasa quiero que se lleve mis soledades y quiero tener el alma vacía para llenarla de tu amor y compañía. O tan solo el sonido de tu voz mientras juegas aferrada a mi brazo y la luz alegre del farol del barrio nos dará la bienvenida en esta noche que tus labios también iluminó. Mientras caminamos, mi mirada te dice que no dudes de mi amor, mientras mi corazón descifra el sonido de tu voz que me pide que esta noche sea perfecta y solo para dos. No te podré explicar con palabras lo que sigue, ni siquiera sé si esto es real o es un sueño de los tantos en los que estás y me dices que no hay otra compañía como la mía, donde quieras estar.Esto no es el impulso de una noche o una pasión incontrolable, esto es más simple y sincero, es mirarte y entregarte el alma entre mis versos y con un sencillo te quiero robarte un beso, que el sol de mañana al entrar por mi ventana te encuentre dormida entre las sábanas. Y tu castaño cabello cubriéndote la cara, como si guardara el secreto de esa belleza, que cada mañana mis ojos podrán contemplar. Estamos llegando y veo la luz de afuera encendida brillando como aquella estrella a la que le pedí tantas veces ese deseo, que esta noche se estará volviendo realidad. No hay marcha atrás, esta será la última moneda con la que apostaré a tu amor, en una vida que no siempre te muestra el mazo, como dice la canción.Nos acercamos a esa callada puerta y nos contagia de su silencio, mientras saco las llaves escucho su cantar, son como esas campanas que anuncian el mejor de los presagios cuando sólo se busca amar. PorRaúl Saucedo [email protected]
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