Los poco más de 1.267 kilómetros de frontera internacional que posee Misiones fueron una tentación demasiado grande para uno de los integrantes de la banda acusada de estafar por 80 millones de pesos a numerosas empresas del sur santafesino y Buenos Aires. Sin embargo, no llegó muy lejos: el último domingo cayó en Puerto Iguazú, donde se ocultaba y desde donde intentaba cruzar a Brasil.Carlos, tal como fue identificado por los medios rosarinos que se hicieron eco de la noticia, tiene entre 40 y 50 años y, se supone, es presunto socio del “cabecilla” de la organización, identificado como Sebastián Alonso, sobre quien pesa pedido de captura internacional y -se investiga- también podría estar en Misiones, según pudo saber PRIMERA?EDICIÓN.El detenido en el norte provincial, Alonso y otras 18 personas están acusadas desde enero pasado por la Justicia de Rosario, señalados de conformar la firma “fantasma” Dimare SRL, que mediante la utilización de cheques sin fondo causó un perjuicio que ronda los 80 millones de pesos a particulares y empresas de Rosario y Buenos Aires, principalmente.“Era una de las caras visibles de la empresa”, detalló al diario rosarino La Capital -en relación al detenido el domingo en Puerto Iguazú- un vocero de la Fiscalía Regional 2 de Rosario, quien explicó que hasta ahora la investigación indicaba que el detenido se ubicaba, en la línea de mando y responsabilidades, por debajo de Sebastián Alonso, sindicado como cabecilla de la banda.Cuando en enero pasado se destapó la megaestafa, Alonso era buscado por el nombre de Jonathan Mena, aunque luego se destapó su verdadera identidad. Más tarde se determinó que dentro de la cúpula de la organización había otras dos personas. Sobre el trío recayó un pedido de captura internacional. Dentro del organigrama de Dimare SRL, Alonso estaba en la punta de la pirámide. Le seguía el arrestado en Misiones y, al mismo nivel o un poco por debajo, un tercer sospechoso, dijeron las fuentes.Sin embargo, el fiscal de Delitos Complejos, Sebastián Narvaja, no había resuelto hasta anoche el rol que le imputará al detenido dentro de esa asociación ilícita a la que se le achaca haber estafado a decenas de empresas.La detención en el norte misionero fue llevada a cabo mediante un trabajo en conjunto de distintas fuerzas. Los pesquisas sospechan que el aprehendido se encontraba en Misiones con firmes intenciones de abandonar el país.“El detenido ponía la cara con los damnificados. Era uno de los que llevaba adelante las negociaciones comerciales con las víctimas. Algunos de los denunciantes lo reconocen dentro de Dimare”, explicaron desde la fiscalía a La Capital.Retroexcavadoras y ladrillosLa megaestafa salió a la luz a fines de enero, cuando las primeras víctimas cayeron en la cuenta de que los cheques diferidos con los que se les había pagado importantes sumas por la compra de mercaderías, no tenían fondos.Con el correr de los días, las denuncias comenzaron a acumularse. Los damnificados empezaron a sumarse en Rosario y en Buenos Aires. Los cheques rebotados rondaban la suma de 80 millones de pesos.Luego de que la fiscalía ordenara a mediados de febrero una veintena de allanamientos, se recuperó una parte importante de la mercadería comprada con cheques apócrifos.Sin embargo, esos elementos aún están siendo inventariados. Los rubros son de los más diversos: hay desde retroexcavadoras hasta juguetes, pasando por colchones, equipos de aire acondicionado y ladrillos.
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