La víctima presentaba fuertes traumatismos de cráneo que no se corresponderían con un accidente sino con un aberrante crimen. Los primeros resultados llegaron ayer a manos del juez de Instrucción de Puerto Rico, Osvaldo Rubén Lunge, y comprometerían a la madre de la criatura, sospechosa que continúa internada en el hospital de área de Jardín América por complicaciones en su salud tras el parto.De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN,<a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/242054/investigan-muerte-de-una-bebe-mbya-que-tenia-aparentes-marcas-de-ata.html"> el deceso fue denunciado en este mismo centro asistencial cuando la integrante de la comunidad aborigen de Colonia Tabay ingresó con la beba ya sin signos vitales.</a>La Policía tomó conocimiento de lo sucedido a través de un llamado telefónico por parte del médico de turno del hospital, quien remarcó que la mujer llegó junto a su pareja y la pequeña sin vida. Una patrulla arribó de inmediato y se estableció que la madre fue trasladada hasta el nosocomio por un hombre de 48 años, agente sanitario de la mencionada comunidad aborigen. Se sospecha, de acuerdo a los primeros indicios, que tras el parto en la precaria vivienda de Puerto Leoni, el padre del recién nacido fue a buscar la ayuda del agente sanitario, pero que al llegar la beba ya no manifestaba signos de vida por lo que decidieron trasladarlas (madre e hija) hasta el hospital de Jardín América.Allí los intentos por recuperar el pulso y respiración de la menor fueron inútiles y se confirmó la muerte con las siguientes descripciones: Congestión sanguínea en región craneana, signos de compresión (ataduras) en muñecas, tobillos y distensión abdominal.
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