Por la ruta de los Seismiles los escenarios vírgenes florecen ante los ojos de los viajeros. Casi en la frontera con Chile, el paisaje muestra la maravillosa suma de más de veinte picos que superan los 6.000 metros sobre el nivel del mar y traen consigo muchos detalles: desde grandes contrastes de colores, hasta formaciones geológicas y amplitudes que deslumbran y llegan a las relajantes termas de Fiambalá, con temperaturas que van de los 38° a los 70º.El sitio argentina.tur.ar cuenta que el verde fuerte del río pasa a un rojo intenso en la quebrada de las Angosturas y el cielo se ve azul oscuro. Las montañas, que primero se ven a lo lejos, de golpe aparecen al lado del camino con una fuerza que deslumbra. Es que de repente ya se está a mucha altura y los picos de nieve eterna parecen estar muy cerca. Al final del recorrido, la pileta de aguas termales de las Grutas surge para dar a los viajeros el descanso merecido.La conexión natural está tan presente como la necesidad de contemplación de los viñedos en los paisajes serranos. La tentación lleva directamente a probar los vinos locales, que se caracterizan por ser de altura. Una copa de malbec, syrah o cabernet sauvignon, las cepas estrellas de la zona, conecta a los viajeros con la tierra catamarqueña; y los pobladores locales, sencillos y hospitalarios, cuentan cómo es la producción en las bodegas de esta región. Muchas son de adobe, material noble que invita a recorrer la ruta que lleva su nombre para apreciar de cerca las cualidades de este tipo de construcciones.Las termas son el éxito de Fiambalá, con sus características propias en medio del oasis.Sumergirse en los piletones de piedras pircas y sentir el agua caliente que llega directamente desde una vertiente natural relaja el cuerpo sin pedir permiso, y nadie se niega ante una sensación tan placentera que, además, trae muchos beneficios para la salud.El hecho de que las piscinas estén literalmente adentro de la montaña brinda un espectáculo único en medio de la quebrada. Al caer la tarde, desde las termas se ve la luna coronando el paisaje. La tranquilidad impera en el ambiente e invita a degustar un vino para cerrar la jornada.Las actividades son variadas: desde sandboard, hasta travesías en 4×4 y en cuatriciclos por los médanos. Además, practicar pesca con devolución de truchas arcoiris en altura, o tomarse una pausa para observar las momias de la cultura Condorhuasi en el Museo de los Seismiles, completan la experiencia. La localidad cuenta con hosterías y cabañas que recibirán gustosas al viajero durante todo el año, en especial en otoño y primavera.A la provincia de Catamarca se llega en avión, al aeropuerto Felipe Varela, en ómnibus o en auto, por la ruta nacional Nº 60, la ruta nacional Nº 38 y la ruta nacional Nº 40. Las termas se encuentran a quince kilómetros de la ciudad.Fiambalá es sinónimo de bienestar y aventuras entre médanos y paisajes de la precordillera, sin dudas un viaje inolvidable e imposible de ignorar.ÚnicoLas postales que se puede capturar recorriendo la zona, sin lugar a dudas, son de una belleza increíble en medio de una región que puede decirse inhóspita y cautivadora al mismo tiempo.Las TermasEs un complejo de aguas termales terapéuticas de entre 51°C y 28°C. Con 14 piletas de aguas termales, bar y restaurant con terraza. Hay vestuarios, dispensario médico, duchas, solarium, quincho, mesas y parrillas. Alquiler de batas y toallas. Camping, cabañas, minihostería y dormy.El complejo está situado a 1.920 metros de altura dentro de una quebrada angosta (tiene 50 metros de ancho en el sitio de las termas).Las paredes de granito tienen casi 100 metros de alto.Más arriba en la quebrada están los manantiales donde surge el agua termal a unos 60°C.El agua baja, pasando por piletones ubicados de manera escalonada en la quebrada y al ir bajando y pasando de un piletón a otro, se va enfriando.Hay una gama de temperaturas de agua para todos los gustos: entre los 28°C y los 51°C.La altura de las termas hace que tengan un microclima propio, y son frescas aún en verano. El lugar es soleado.Acceso por la asfaltada Ruta Provincial 156; son quince kilómetros desde Fiambalá, (K5345.Está abierto todos los días de 7 a 22 hs y no se permiten mascotas.
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