En las familias con varios hijos, a menudo es necesario para los hermanos compartir habitaciones. Los niños que están cerca en la edad pueden hacerlo con relativa facilidad durante los primeros años de vida, pero en algún momento, todos anhelan un espacio propio. Dentro de las ventajas se podría mencionar que al compartir se crea un mayor vínculo entre los hermanos ya que tienen un espacio común en el que compartir confidencias y juegos; además favorece el descanso de los niños ya que la seguridad que les aporta el sentirse acompañados disminuye sus miedos y favorece la relajación. Es más divertido para los niños ya que además de compartir confidencias pueden compartir juegos antes de dormir y hace que los pequeños sean más solidarios a la hora de compartir sus juguetes o objetos más preciados, y disminuyen los celos entre hermanos.Pero es importante también tener en cuenta la edad de los niños ya que se pueden presentar ciertas desventajas o contras en el compartir la habitación como por ejemplo que el despertar de uno de los hermanos puede alterar el sueño del otro, aunque en ocasiones los niños se acostumbran y no escuchan los llantos de sus hermanos por la noche y duermen plácidamente a pesar de los gritos de su compañero de habitación.A medida que los chicos crezcan, habrá que ir escuchando sus deseos, y es de esperar que cuando el mayor esté cerca de los diez años empiece a manifestar deseos de autonomía, sobre todo si se trata de hermanos de distinto sexo.Mientras tanto, es bueno ir hablando con los chicos acerca de por qué quieren (o no quieren) tener una habitación para ellos solos.Ahora, con el advenimiento de la preadolescencia y de la adolescencia propiamente dicha, el hecho de tener un cuarto propio se torna mucho más importante y casi imprescindible -siempre en la medida de las posibilidades, claro- si los hermanos son de sexos diferentes, porque el pudor y la necesidad de intimidad se benefician con un espacio individual al que puedan, también, decorar y acomodar de acuerdo a su gusto en una etapa en donde los niños preadolescentes sienten necesidades de intimidad y de individualidad que les ayudará en la formación de su propia identidad.ColaboraCecilia Castillofacebook Lic-Castillo-Cecilia-3764/ 229954
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