Martinica, idílica isla caribeña con un clima tropical o ecuatorial muy agradable y atractivo, que favorece el desarrollo turístico, sobre todo durante el invierno en Europa.Posee un patrimonio y unas riquezas naturales preservadas y protegidas para vivir emociones y encuentros únicos, en el marco de un entorno sano y seguro, con un alto nivel de protección, debido a la aplicación de reglamentación nacional.También ofrece unas estructuras sanitarias y de seguridad pública que cumplen la normativa europea e infraestructura de calidad, un factor cada vez más determinante para elegir destinos lejanos. Las conexiones aéreas y las instalaciones aeroportuarias están muy bien adaptadas, y una moneda única: el euro.Este paraíso, también conocido como “La isla de las flores”, surgido del arco volcánico de las pequeñas Antillas está agradablemente refrescada por los vientos alisios y tiene 80 km. de largo por 39 km. de ancho y ofrece alrededor de 1.000 km2 de felicidad tropical. El norte está dominado por los 1.397 m. de la Montagne Pelée (Montaña Pelada) que tuvo una sonada erupción en 1902 pero que hoy duerme plácidamente. Está rodeada por un magnífico bosque, que promete unos magníficos paseos. El sur ofrece una sucesión de extensas playas y bahías tranquilas. En la capital, Fort-de-France, una de las mayores ciudades del Caribe, se pueden dar agradables paseos y descubrir los puestos de sus mercados, sin olvidar las visitas a museos como el de Historia y Etnografía. No muy lejos, el célebre Jardín de Balata es fascinante y justifica por sí solo el apodo de “La isla de las flores” (con más de 3.000 especies vegetales).Además de todo lo mencionado Martinica posee una amplia oferta de alojamientos de calidad, en todo tipo de fórmulas: del desayuno a la pensión completa, de la estructura familiar (como los Relais Créole) al hotel de 4* Lujo de standing internacional, del albergue rural al apartamento de turismo o al club de vacaciones, sin olvidar las granjas-albergue para los aficionados al agroturismo. Señalemos también la fórmula “All Inclusive” (“todo incluido”), muy apreciada en el mundo entero.Allí se puede practicar toda clase de actividades náuticas: submarinismo, windsurf, jet ski, kite-surf, recorridos en catamarán, surf, esquí náutico. También existen fórmulas combinadas con las otras islas (Guadalupe, Dominica o Santa Lucía), salidas de un día, tanto náuticas como aéreas, sin olvidar el senderismo o los recorridos a caballo en una naturaleza secreta y generosa, también en 4×4 o en quad, canoa-kayak, golf, paseos en helicóptero, canyoning, bicicleta de montaña, pesca de grandes especies y muchísimo más. ¡A no esperar!Fuente: www.muchoviaje.comPara no perderse I• El Parque Natural Regional y sus ríos, bosques de bambúes o de helechos arborescentes.• El Istmo de la Caravelle (Reserva natural) que domina la Bahía del Galion, con las ruinas del Castillo Dubuc, los vestigios de antiguos molinos donde se molía la caña o la iglesia cuyo campanario está rematado por un minarete.Para no perderse II• La Biblioteca Schoelcher, joya de Martinica, edificio presentado en París con motivo de la Exposición Universal de 1889, y posteriormente desmontado y transportado a Fort-de-France.• La ciudad de Saint Pierre (y su museo) destruida por la erupción de la Montagne Pelée en 1902.
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