Ingeniero, docente y ex convencional constituyente, Eric Barney mira con preocupación el “mínimo” desarrollo y la “escasa” planificación estratégica de la Provincia de cara a los próximos años.Dice además estar cansado de las denominadas megaobras y los “versos” que conllevan.Afirma que “Salto Grande (la represa mixta argentino-uruguaya) fue un ejemplo a imitar, pero Yacyretá fue un desastre y Corpus o Garabí seguirán el mismo camino”. Pero no se detiene ahí, encuentra sobrados fundamentos para articular los temas y convenir que mientras no se piense “en serio” en un proyecto de “estado integral” será muy difícil detener la migración rural, los críticos niveles de pobreza y hasta las enfermedades como la leishmaniasis que de a poco se instalan en toda la región y en uno de sus perros que descansa a pocos metros.Las nuevas gestiones por la construcción de la represa Garabí alteran a Barney de sobremanera. “En las regiones subtropicales como Misiones no se deben construir más represas, y no lo digo yo, lo dice la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.¿En qué sustenta su rechazo a nuevas represas en la región?Antes de decidir si es bueno o malo, uno debe plantearse también si es bueno para quién. Cuando las empresas, los gobiernos, las instituciones y los bancos mundiales quieren hacer desarrollo, uno se plantea: ¿para quién piensan ese desarrollo? Para esos grandes capitales foráneos nuestra tierra representa una gran oportunidad, porque el rendimiento es superlativo y porque los impuestos son más baratos al igual que la mano de obra, pero nos dejan toda la porquería, todo lo malo que conlleva ese gran desarrollo.Acá nadie piensa en la gran cantidad de colonos, aquellos que poblaron la tierra, los que estaban antes y los que vinieron después y que hoy están siendo desplazados.En Uruguay los colonos se quedaron sin agua. En la India con los transgénicos que exigen mucha agua y agrotóxicos el agua bajó y comenzó a tocar las zonas de arsénico. Ante todas esas situaciones nosotros, quienes pensamos otras cosas para Misiones, nos cansamos de ceder nuestras tierras, nuestros arroyos y nuestro clima a ese gran desarrollo que no es el que debería ser para nuestro pueblo. Es por eso que decimos no a las mega represas y sí a una desarrollo interno en nuestra provincia que derive en el desarrollo de nuestros pequeños productores, los que siempre estuvieron y no tienen amigos políticos ni chances de acceder a los créditos, los que van y vienen por las decisiones políticas de los gobiernos que a veces son buenas y a veces no.Sin embargo existen nuevos intereses por Garabí…Ningún partido político quiere hablar hoy de la reforma agraria, un tema que podría llevar semanas de análisis. Lo mismo pasa con las grandes represas, quieren hacernos Corpus y Garabí y siempre van a decirnos que detrás existe un gran estudio ecológico y medioambiental, pero cuando vemos el tétrico escenario de los palos en el lago Yacyretá, ahí recién nos preguntamos porqué nos lo sacaron, al igual que a los animales que vivían allí. Si uno piensa que Yacyretá está dando poco más del 40% de la energía del país, es innegable que es de importancia para el desarrollo del país, pero si tomamos en cuenta los desarrollos que nos vendieron con Yacyretá y que nos quieren vender con Corpus y Garabí nos damos cuenta de que no todo es como afirman. El propio intendente de Ituzaingó (Octavio Valdéz) me dijo hace algunos días que no ha recibido precio especial de la energía para el desarrollo en su región, tampoco las regalías que supuestamente le iban a dar; prendaron parte del municipio, y son ellos quienes tienen la represa en su ciudad. Estamos cansados de esa retórica del desarrollo. Los que van a venir a trabajar serán los mismos que trabajaron en Yacyretá y los intendentes seguramente van a tener algún tipo de beneficio y desarrollo durante los cuatro o cinco años que conlleva la construcción de una represa, pero los demás es relativo.Tampoco queremos grandes represas por otro motivo que expresa la Organización Mundial de la Salud, y que es que en los paralelos subtropicales en los que está Misionesya no deben construirse represas porque comienzan a aparecer enfermedades como la leishmaniasis.Sin embargo existen muchos intereses financieros como los bancos y las empresas que construyen turbinas.Sin represas, ¿existen salidas para este contexto de crisis energética?Si Misiones necesita energía, como la necesita, se puede recurrir a las cuencas internas de agua (vasos donde se produce la acumulación del agua en los arroyos). Se debería capacitar a los municipios para que sepan qué hacer con sus recursos.Misiones es la provincia más hídrica del país y con los desniveles y el basalto impermeable, se podrían hacer pequeñas represas que aportarían en grande a la solución de la crisis energética. Si uno represa Arroyo del Medio -que ya tiene un ante proyecto- se podría, a través de cañerías madre, abastecer de agua a las localidades que quedan hacia abajo. El desarrollo de estas cuencas permitiría desarrollar cerca de mil megas de energía. Eso es mucho teniendo en cuenta que Urugua-í genera 112 o 150 megas y que la provincia ya consume más de 230 megas.Y cuando haya secas habrá que recurrir a la red nacional. Además esas cuencas internas podrían tener múltiples usos, como el turismo, el riego, la piscicultura y otros.También la biomasa y el agua pueden hacer frente a las necesidades energéticas de la provincia y de los grandes consumidores. Pero se necesitan sistemas avanzados porque acá la mitad de la biomasa se tira y se quema. Si uno viaja al Norte de la Provincia verá humo por todas partes, ni siquiera hay un criterio sobre cómo quemar la biomasa para
no contaminar el ambiente. Pero si no hay una planificación en este sentido por parte del Estado provincial como la hubo años atrás, eso no sale sólo. Así como están dadas las cosas nuestra postura es de rechazo a Corpus o Garabí. Salto Grande fue una obra ejemplar, Yacyretá un desastre. Si se van a hacer esas obras hay que hacerlas de una manera correcta, que no roben y que se cumplan con los compromisos.Cómo puede ser que recién ahora se den cuenta que el Paraná está lleno de palos, qué hicieron con la plata destinada a esos trabajos al igual que Urugua-í.En esta represa tampoco sacaron los palos. Si se quiere hacer desarrollo turístico en Urugua-í será un problema porque el proyecto no está pensado para mantener un nivel estable y con el dique lleno. De pronto Emsa se queda sin energía y exige a la represa cuyo nivel desciende diez metros y entonces aparecen los palos. No se puede desarrollar turísticamente un lago si no existe criterio de limpieza ni se puede mantener su nivel de agua.¿Qué responsabilidad le cabe al Estado?El Gobierno debe comprender y dar lugar a las nuevas ideas. Se debe planificar en serio y elaborar un plan a futuro. Pero esto es tarea de todos, del Gobierno, de las instituciones y del pueblo mismo. La discusión entre todas las partes debe iniciarse, de lo contrario Misiones será tierra arrasada como sucede con la Laguna del Desierto. Misiones tiene que generar su propio desarrollo interno, con su gente, con especialistas, con otros que nos puedan aportar conocimiento.Falsas expectativas“El Gobierno hace muchas obras públicas, pero no se planifica. Dicen que uno puede vender bonos de carbono, pero se trata de una alternativa muy lejana. También promocionan los biocombustibles aunque sin aclarar bien el marco regulatorio que en definitiva es pensado por las petroleras y no por los colonos de Misiones. Si un colono quiere producir su propio combustible deberían autorizarlo y asesorarlo”.“Hoy Argentina pasó al frente porque Estados Unidos está haciendo etanol del maíz, pero nadie dice que hacer combustibles de granos implican quitar nutrientes mucho más importantes del suelo. Quieren desarrollar el hidrógeno, algo que no van a ver siquiera mis nietos y no digo que no se estudie el hidrógeno. Con todo, uno se pregunta por qué no hacen algo sustentable y creíble para ahora. Están poniendo mucha plata en cosas que no van a dar resultado cuando bien podrían incluso hacerlo en proyectos que en su momento dieron muy buenos resultados como las microturbinas. Ese trabajo al que le pusimos la vida quedó relegado porque, producto de la falta de fondos, la universidad nopudo tener el protagonismo necesario, no hubo decisión política del gobierno de seguir. En 1985 el proyecto Tarumá dio luz a más de 60 familias rurales a través de una turbina. Hoy todo quedó en la nada, hoy todo está abandonado”.(Nota publicada por PRIMERA EDICIÓN el lunes 22 de enero de 2007)
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