Pese a que la situación que vive es dramática, a Evaristo Talavera de 56 años se lo nota optimista y de buen humor. PRIMERA EDICIÓN llegó hasta la casa de este hombre que hace un año perdió las dos piernas en un accidente laboral y, desde entonces, se le hace muy difícil sostener a su pequeña familia. Evaristo vive hace un año en Colonia El Bolsón, a unos tres kilómetros del casco urbano de esta localidad junto a sus dos hijos, Juan Carlos de once años y Ana de ocho. Antes vivía en Colonia Cañafístola, a trece kilómetros de la zona urbana de Garuhapé Mi, donde un accidente laboral le hizo perder las dos piernas. Según él mismo relata, su esposa y madre de sus hijos lo abandonó cuando los niños eran pequeños y desde entonces se las ha arreglado como pudo para sostenerlos. Pero tras el accidente, ya no tiene cómo suplir sus necesidades mínimas.PRIMERA EDICIÓN llegó hasta el lugar gracias a la ayuda de dos vecinos, Nancy y Guido, quienes por su cuenta están intentando ofrecerle a la familia toda la ayuda que pueden, como alimentos, ropa y juguetes. Sin embargo, la solidaridad que necesitan es muy grande.Evaristo contó que no percibe ninguna ayuda del Estado, no cobra ninguna pensión, ni la Asignación Universal por los niños, quienes no tienen documento de identidad y nunca fueron a la escuela. La precaria casa de madera donde viven se las construyó un familiar en un terreno prestado, y lograron que la Municipalidad les haga el piso donde tiene las tres camitas y nada más. Pese a la dificultad que representa para una persona sin piernas, debe cocinar en el piso. Además, no tienen baño instalado, es una letrina.Como si todo eso fuera poco, tampoco tienen luz y el agua la deben buscar con un balde de la casa de un vecino a 300 metros. Además, la silla de ruedas de Evaristo está rota, y necesitaría una en mejor estado para poder manejarse en un piso que en su mayoría es de tierra.Evaristo tiene mucho amor por sus hijos, quienes son su principal motor para salir adelante. Cuando PRIMERA EDICIÓN indagó en cuáles son sus principales necesidades sólo pidió una silla de ruedas y una zapatilla para su hijo, “porque la nena ya tiene”.Con la intención de ayudarlo a gestionar una pensión que aliviane las necesidades de la familia, hace unos días recibieron la visita de una Asociación de Discapacitados de la localidad de Aristóbulo del Valle. Pero a Evaristo y su familia les hace falta de todo, entonces mientras más ayuden, mejor. Los interesados en colaborar pueden comunicarse con Nancy, al número de celular (0280) 154293762.
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