El fin de año cierra con tensiones políticas. A un año de la asunción de Mauricio Macri como presidente, una promesa de campaña le generó un debate y un quiebre con un sector que fue su aliado hasta no hace mucho tiempo. La reforma del impuesto a las Ganancias, con media sanción en Diputados a un proyecto acordado entre el PJ disidente, el kirchnerista FpV y el massista Frente Renovador; abrió una disputa mediática que generó un cruce en duros términos entre el propio Mauricio Macri y Sergio Massa, quien aparece como su principal rival electoral con la vista en 2017.En el seno de Cambiemos, la derrota parlamentaria del interbloque oficialista también provocó distancias entre el reelecto titular de la Cámara baja, Emilio Monzó y algunas figuras de la mesa chica del PRO. Como ocurre habitualmente, hubo recriminaciones por las supuestas responsabilidades de una exposición política en el momento menos necesario para el Gobierno nacional.En una rápida reacción, Macri puso a Marcos Peña y al ministro del Interior Rogelio Frigerio a trabajar con los gobernadores para darle un revés al proyecto aprobado en diputados. En el Senado, las cosas parecen más sencillas de “acordar”. Hay tres senadores por jurisdicción que, en su mayoría, reportan de manera más directa a los mandatarios provinciales.El planteo que impulsó el macrismo fue claro: si se sanciona el proyecto peronista-massista habrá menos coparticipación para repartir con provincias que no se pueden permitir perder ni un peso en medio del rojo fiscal que atraviesan. Si apoyan la propuesta del Ejecutivo nacional, perderían un poco menos.Mientras esta negociación avanzaba, la vicepresidenta Gabriela Michetti (que muchas veces debería pensar más lo que va a decir en los medios de comunicación), salió a advertir que el camino que habría elegido el presidente Macri era el del veto. Tal vez desconociendo la movida política de acuerdo con los gobernadores.En los próximos días, sesiones extraordinarias mediante, se podrá ver si la realidad se ajusta a las necesidades económicas y políticas de Cambiemos; o provoca otro revés legislativo también en el Senado nacional.Misiones no daría su apoyoA pesar de que algunos senadores estuvieron en la conferencia donde se gestó el acuerdo entre kircherismo y massismo, desde la Rosadita expresaron varias veces que la postura misionerista es no acompañar en el Senado. “Lamentaríamos mucho que se apruebe el proyecto de Ley de Impuesto a las Ganancias que tratará el Senado, impuesto que sin dudas debe ser revisado pero con serenidad”, dijo ayer el gobernador Hugo Passalacqua, vía Twitter.“Significará sacrificar más de 1.500 millones de pesos al año. Esto es: menos escuelas, caminos, salarios, hospitales, etc. Las provincias merecemos un trato respetuoso. No somos un accidente geográfico, somos personas”, graficó el mandatario en un mensaje a su propia tropa.La renovación encolumnadaEl mayor consenso político que ratifica aquella célebre frase “el que gana gobierna y el que pierde acompaña”, pudo verse reflejada como otras veces, en la elección del jueves en la Legislatura provincial donde hubo ocho representaciones políticas -que coincidieron en forma unánime-en “dar gobernabilidad” al oficialismo que es mayoría en el parlamento misionero.No sólo se destacó la elección de las autoridades legislativas encabezadas por Carlos Rovira sino que se valoró el diálogo permanente y la apertura desde la conducción de la Cámara hacia las bancadas opositoras durante todo el transcurso del año. Así lo hizo notorio la diputada renovadora Claudia Gauto al señalar una estadística: dijo que el 64% de los proyectos aprobados durante este período pertenecen a diputados que integran bloques de la oposición.Algo que el reelecto presidente Carlos Rovira resaltó como “la política bien utilizada, el arte de hacer política y encontrar acuerdos para ir en busca del progreso, en lugar de confrontar estérilmente”.“El principal recurso que tiene la humanidad, y es donde reside el poder, es el conocimiento. Los cuerpos legislativos no gobiernan. Gobierna el pueblo, con su veredicto, a través de su presidente, gobernadores o intendentes”, añadió.Algunos interpretaron que se refería a la gobernabilidad absoluta que se le brinda desde la Legislatura a Passalacqua, mientras que otros vieron que ese mensaje era dirigido a la oposición nacional que busca imponerle un proyecto de Ganancias al presidente Macri, que causará un serio desfinanciamiento del Estado Nacional con las mismas consecuencias en los municipios y las provincias.Como publicó PRIMERA EDICIÓN esta semana, los cálculos del ministro Safrán reflejan que Misiones perdería un promedio de 150 millones mensuales con la ley de Massa-FpV y ello implicará un brutal ajuste a la gente. Por eso es que se pide a los senadores que voten “defendiendo el interés de las provincias y su gente, en lugar de defender intereses políticos destructivos”, aseguraron desde los pasillos legislativos.Doble posturaEn el Concejo Deliberante posadeño, hablando de consensos, hubo unanimidad en la elección de las autoridades del cuerpo, ratificando al camionero Alejandro Velázquez como presidente. Sin embargo, la UCR con tres ediles que ni siquiera consiguieron un lugar en la conducción, acompañaron la expresión de los demás bloques. Comparado con lo expresado en Diputados, el centenario partido mostró una doble postura política sin uniformidad de criterios frente a bancadas que comparten ambos cuerpos. Dentro del mismo radicalismo, no se termina de entender la abstención de los diputados. “Hubiera sido mejor votar a un candidato propio como en años anteriores, pero abstenerse es un ‘ni’ que suena a dejar abierta la puerta por las dudas”, analizó un experimentado veterano dirigente que conoce los manejos internos.En el caso del Concejo, la oposición reconoció a la primera minoría que compone la renovación y puso a Fernando Meza (primer candidato a concejal de Joaquín Losada) como vicepresidente primero.Audiencia pública: entre la bronca y la políticaSe estableció oficialmente una convocatoria para la audiencia pública -no vinculante- donde el Grupo Z expondrá las razones del pedido de un nuevo “boletazo” a los pasajeros del Sistema Integrado que abarca no sólo a Posadas sino también a Garupá y Candelaria.La experiencia de las anteriores audiencias no fue la mejor. El monopolio habitualmente tiene primero la palabra, argumenta sin muchos datos (como por ejemplo los millones y millones que le da el Estado en subsidios; ó el mecanismo para elaborar sus costos). Y luego, los ciudadanos con posibilidad de asistir un día hábil, en horario de trabajo y con medios para llegar al Centro de Convenciones; hacen catarsis, contando la cruda realidad de viajar como se viaja en la actualidad, pero sin la presencia del pulpo empresario que abandona el recinto, tal vez por no poder dar respuesta a los reclamos concretos de los usuarios.Las autoridades provinciales y mu
nicipales escuchan (o hacen qué) y a los pocos días terminan resolvieron lo que ellos “acuerdan” en base a lo que la política manda.En definitiva, el golpe al bolsillo de los pasajeros llega. Tarde o temprano, el Grupo Z se termina llevando más dinero no sólo del Estado (que actualiza sus subsidios cada año) sino también de los boletos que pagan sus miles y miles de pasajeros diarios (bueno sería saber cuántos son mediante la aplicación de un controlador fiscal de Afip-DGI). Hasta ahora, quienes se dicen nuestros representantes, jamás le dijeron “no” al Grupo Z cuando reclamó un aumento de boleto.Si se toma en cuenta lo dicho por el secretario de Gobierno posadeño, Fabián Florentín, este año tampoco será la excepción.
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