En la edición de este lunes de PRIMERA EDICIÓN se conoce <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/235701/comerciantes-y-prestamistas-retienen-las-tarjetas-de-sus-clientes-pa.html">una iniciativa ciudadana para denunciar y advertir los casos donde personas con necesidades económicas acuciantes pueden terminar siendo víctimas de estafadores</a> que utilizan diferentes “caras” para aprovecharse de manera nefasta de las necesidades ajenas que afloran fácilmente cuando hay más desempleo, menos oportunidades de llevar comida a una mesa o cuando la tentación es grande.La retención de tarjetas de débito para “cobrarse” préstamos por fuera del sistema financiero formal funciona evidentemente sin controles de los organismos encargados de hacerlo. Y el cobro de intereses usurarios en ese marco de ilegalidad hace que las necesidades económicas de las familias que recurren desesperadas a la “ayuda” de los aprovechadores terminen multiplicándose en una cadena sin fin de endeudamiento.Las redes sociales se han convertido, en este caso, en una nueva vía de agrupamiento de personas, víctimas de hechos que el Estado parece no tener visibles a pesar de ser masivos, con aprovechadores que tienen nombre y apellido y que, por acción de los valientes que se animan a denunciar, terminan en mínimos casos procesados por su mala acción.Con solo ingresar al Facebook donde se denuncian los casos en toda la provincia, se podría iniciar una investigación de oficio, encaminada por organismos de inteligencia que podrían determinar -con precisión- el funcionamiento de este mecanismo ilegal de préstamos que terminan costando tres, cuatro o más veces el valor que se entrega a las personas.La crisis económica actual que afecta duramente a los sectores sociales de más bajos recursos, las malas decisiones financieras familiares o personales sin pensar en las consecuencias que pueden tener, la falta de presencia del Estado hacen que haya cada vez más personas afectadas por esta modalidad.La difusión de los hechos y el conocimiento del modo en que operan pueden ayudar a otros misioneros que fueron tentados a conseguir dinero fácil, sin saber qué hay detrás, a decir “no”. A buscar alternativas para salir de las dificultades, aunque muchas veces resulte más difícil.
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