"Tomamos la escuela y vamos a seguir plantados hasta que la obra comience", aseguraron los padres de la Escuela Especial 43, que continúan con su lucha, que lleva años, por la construcción de un edificio propio, tarea encomendada al Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha) que quedó en poco más que un movimiento de suelo y que hoy está prácticamente perdida. “Mientras nos patean quince días, un mes, como viene pasando desde hace tiempo, o nos dicen que no hay fondos, nuestros hijos y los docentes dan clases en condiciones insalubres, repartidos en espacios prestados, que no reúnen ni las más mínimas comodidades, mucho menos para los chicos con capacidades especiales, muchos de ellos con problemas motrices”, explicaron los progenitores.Además, se ponen en el lugar de esos papás y mamás que esperan por una vacante, a quienes urge enviar a sus hijos a la escuela y que “no consiguen dónde llevarlos, porque no todos pueden viajar hasta el centro”, aseguraron.“El bienestar de nuestros hijos depende en gran manera de la educación que logremos para ellos, estamos decididos a seguir luchando, no vamos a bajar los brazos”, dijeron para finalizar.
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