Un problema que lleva más de una década sin resolverse es el deterioro de la sede del Centro de Referencia del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación en Misiones, donde falta mantenimiento de la estructura, instalación eléctrica y de agua, entre otros puntos. El último viernes, los bomberos determinaron su clausura preventiva, ante la gravedad del panorama que encontraron, debido a que, las falencias observadas, ponen en peligro la vida de los trabajadores y de quienes a diario concurren a ese lugar a efectuar algún tipo de trámite. Desde entonces, se atienden únicamente los trámites urgentes y a aquellas personas que sacaron un turno con anticipación, pero al no haber energía eléctrica el sistema no funciona. La actual gestión está en tratativas con la Provincia para conseguir un espacio para mudarse hasta tanto se concreten las reformas necesarias en la sede actual. Alcanza con situarse en la vereda de enfrente del edificio ubicado en Junín y Santa Fe, desde allí claramente se observan grandes manchas de humedad en las paredes, que resultan un anticipo del mal estado en que están en su interior las oficinas de Desarrollo Social de la Nación en Misiones, que con el cambio de gobierno designó al frente a Miguel Ángel López Vedoya en reemplazo de Marcelo Strasser.Techos sin cielorraso, cables de la instalación eléctrica colgados y dibujando imaginarias figuras en el aire, vestigios de que alguna vez existió revoque en algunas paredes, un sólo baño para todos los empleados de planta baja, primero y segundo piso -además de los visitantes-, expedientes acumulados en la terraza semicubierta, a la que se accede únicamente por la escalera porque no posee ascensor, son sólo algunos de los ítems que conforman una larga lista del relevamiento realizado por los propios trabajadores, nucleados en diferentes gremios, y que conviven a diario con esta problemática.PRIMERA EDICIÓN concurrió al lugar. Allí un puñado de empleados aprovechaba la claridad otorgada por los rayos del sol para atender a la gente que llegaba por algún tipo de trámite. El guardia de seguridad, advertía sobre esta irregular situación y sobre la incertidumbre de cuándo se normalizaría la atención.José Fernández y Karla López, son empleados del Centro de Referencia del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación en Misiones y delegados ante ATE (Asociación Trabajadores del Estado). Ambos explicaron a este Diario que “esto no es nuevo y tenemos documentados nuestros reclamos desde hace varios años, advirtiendo sobre el peligro existente y las pésimas condiciones para desempeñar nuestra labor. Al menos hay una buena predisposición de quien ahora está al frente (López Vedoya) de visibilizar el problema y no ocultarlo”.El edificio en cuestión le pertenece al Estado e inicialmente fue la sede de la Anses (Administración Nacional de Seguridad Social), hasta que ésta se mudó a su sede actual por calle 3 de Febrero. El 14 de diciembre de 2014 este Medio publicó una nota advirtiendo del peligro pero nada cambió, “al contrario, empeoraron las cosas. Aparte del estado edilicio, que siempre fue deplorable, lo que más nos complicó fue el tema del agua, porque o nos sobraba o nos faltaba, por inconvenientes en el tanque, que tenía pérdidas y ocasionaba goteras, a su vez por fallas en la losa. Vino gente del Ministerio de Desarrollo Social de Nación, de mantenimiento, e hicieron algunos arreglos e incluso un operario casi murió electrocutado adentro del tanque de agua, pero se fueron, dejando todo así”, señaló Fernández. También se ejecutaron unos “parches” en la losa superior, con la colocación de membranas que aportaron soluciones parciales porque con las repetidas lluvias, las goteras y filtraciones volvieron a aparecer. “El viernes último llegué a la oficina antes de las 7 de la mañana y apenas abrí la puerta, ví que había agua en el piso. Afuera lloviznaba pero adentro llovía. Quise encender la luz y la llave térmica saltaba. Toda el agua ganó otras oficinas del segundo piso y la escalera. Vino el coordinador (López Vedoya) y sus dos colaboradores, les mostramos en las condiciones que estábamos, con los artefactos eléctricos con cables pelados, en cortocircuito, caños de luz oxidados, expuestos”, apuntó Fernández.A su turno López aportó que “vinieron los bomberos y constataron todo, recomendaron que la gente se vaya, que en esas condiciones no se podía trabajar. Se cortó la entrada de agua principal y se apagaron todas las llaves de luces de todos los pisos”. Pero no todo quedó allí por que la orden del coordinador fue que los empleados se retiraran a sus casas. “No hubo comunicación por escrito porque el coordinador no tiene firma (falta su designación administrativa) entonces acordamos hacer un acta entre las partes sino estaríamos haciendo abandono de nuestro lugar de trabajo y no es así”, concluyó López.
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