Desde el martes, trabajadores de la Unidad Central de Emergencias y Traslados mantienen una medida de fuerza bajo la metodología de quita de colaboración, en reclamo por lo que consideran un "desguace de recursos en el sector", verificable según ello "en el pésimo estado de las ambulancias y la falta de insumos básicos". Además, reclaman el pago de viáticos adeudados desde principio de año y un recorte en el costo de honorarios por coberturas en eventos especiales.La modalidad de protesta consiste en asistir únicamente a los llamados por emergencias, de modo que los traslados programados y otras situaciones no están siendo asistidos. "La desprotección y el riesgo que se presentan ante el estado actual de las ambulancias es tanto para el trabajador como para el paciente. Hoy ya ni siquiera funcionan los tubos de oxígenos en las ambulancias, pese a que nos cansamos de reclamar los arreglos. Tenemos la mitad de la flota con el tren delantero destruido, hay móviles que tienen fallas en los embragues, no se hace mantenimiento, es un peligro total, no podemos trabajar así y por eso decidimos esta medida de fuerza", sintetizó uno de los delegados de ATE en el sector."Hoy los ambulancieros trabajamos sin gasas, sin guantes porque no hay. Es de máximo riesgo, porque trasladamos a pacientes con todo tipo de enfermedades. Tampoco hay medicamentos, hay un vaciamiento total", agregaron los denunciantes.En relación a la cuestión salarial, desde ATE aseguran que la deuda de Salud Pública con los trabajadores del sector data de enero de este año y que a ello se suma un recorte en las proyecciones de los honorarios por eventos a cubrir próximamente. “Nos venían pagando 75 pesos la hora por trabajar en eventos especiales, privados y demás. Ahora se acerca un evento automovilístico, pedimos cien pesos por hora teniendo en cuenta la fuerte inflación, y nos anuncian que la paga será de 65 pesos, es decir, ajustan. Es insostenible”, afirmaron.Ismael Benítez, secretario de organización de ATE, se hizo presente este jueves por la mañana en la Unidad y destacó que “esto forma parte del desguace de la Salud Pública que venimos denuncian desde nuestro gremio”.Y la secretaria adjunta del gremio, Miriam López, también presente en el lugar, remarcó que “se trata de una situación grave, que pone en peligro al trabajador y a los usuarios de la red. Es inadmisible que los móviles estén en el estado que se encuentran y que falten los insumos más elementales. Requiere de una solución urgente”.Por todo ello, los trabajadores solicitaron una audiencia con el ministro de Salud Pública, Walter Villalba, que se concretaría este viernes 27 de mayo.
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