Las aldeas Jejy, Jejy Miní y Pindo Poty, ubicadas dentro de la Biósfera de Yabotí, desarrollaron núcleos turísticos que permiten a los turistas pernoctar en ellas.Cada aldea cuenta con una construcción de madera -oga, en guaraní- con seis camastros y luz eléctrica, baños con agua potable fría y caliente, y un quincho para poder almorzar, cocinar o conocer el trabajo en las artesanías. Es decir que a los recorridos habituales para conocer estas comunidades y su cultura, se le suma la posibilidad de alojarse en el lugar. Esto significó que cada una de las aldeas cuente con agua potable de una perforación y también con luz eléctrica, que hasta el momento, no tenían.Huella GuaraníEstas tres aldeas forman parte de la denominada Huella Guaraní, circuito ideado por la Subsecretaría de Ecoturismo de Misiones, la cual promovió la implementación de dichos núcleos.Esta huella constituye una gran experiencia de turismo ecológico que a lo largo de 62 kilómetros atraviesa la región selvática con diferentes atractivos. También se lo conoce como “La Senda Sagrada de la Tierra sin Mal”.A lo que apunta esta propuesta es a promover el desarrollo turístico en un ambiente de selva biodiversa de modo que los Saltos del Moconá -que según el nivel de las aguas del Río Uruguay, a veces amerita ser visitado y otras veces no, ya que los saltos no se pueden ver- sean un atractivo más entre tantos otros. ?De este modo, se aspira a instalar este destino como un atractivo que se pueda visitar en cualquier época del año.Generar productos turísticos de selvaAtento a estas potencialidades y para atraer turistas todo el año -independientemente de si el Moconá se puede o no visitar- desde Ecoturismo buscan impulsar un plan estratégico para el desarrollo de productos de selva. Así lo señaló a PRIMERA EDICIÓN Fabio Zappelli, titular de esta área dentro del Ministerio de Turismo provincial. “Significa la planificación junto a todos los emprendimientos turísticos del área Yabotí para establecer, en base a la actualidad de cada uno, qué tipo de productos podemos desarrollar en cada emprendimiento buscando la diversificación en las actividades”, dijo. Entonces, según las condiciones geográficas en que está cada cabaña, lodge o aldea, desarrollar actividades como rápel (descenso por pared vertical con ayuda de sogas y arneses), canopyng (descenso en tirolesa), senderos, mariposario, orquideario, bromelario (vivero con bromelias, plantas en que se destaca el caraguatá), zafari fotográfico, paseos náuticos, visitas a las comunidades para conocer su cultura, zonas de recolección de hierbas medicinales, fabricación de artesanías, entre otros. Zappelli señaló que ya se han relevado doce emprendimientos turísticos -lodges y cabañas- en la zona. Y?se siguen relevando emprendimientos de la región para establecer prioridades y definir qué actividades se podrán generar en cada uno.
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