La denuncia es gravísima y salpica a una patrulla de la sección “Andresito” de Gendarmería Nacional. Fue radicada en la Fiscalía de Instrucción 3 de Puerto Iguazú y acusa a cuatro efectivos de esa fuerza de seguridad nacional de llevar adelante un procedimiento despojado de toda legalidad; de trato vejatorio a dos policías de la provincia de Misiones -uno de ellos retirado de la función pública- y de irrumpir en una dependencia policial sin orden de allanamiento para arrestar al jubilado que intentaba denunciarlos por abuso de poder y exceso de autoridad.La presentación judicial fue realizada el jueves, alrededor de las 11, por el cabo de Policía, Cristian Benítez (33), en la fiscalía de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, a cargo del Dr. Martín Brítez, quien dio curso a la investigación.Este hombre, padre de tres menores, relató que, pese a que se identificó como policía, fue reducido y esposado boca abajo, posición en la que habría permanecido por espacio de cuatro horas.No se quedó allí. El uniformado aseguró ante el representante del Ministerio Público que, para justificar un accionar a todas luces irregular, le plantaron una pistola 11.25 y justificaron el procedimiento en que los dos policías habrían intentado escapar en la camioneta en que circulaban en dirección a Comandante Andresito, desobedeciendo la orden de Gendarmería Nacional.La oscura trama de esta historia comenzó el miércoles, hacia las 13.30. Benítez iba en el asiento del acompañante de una camioneta Toyota Hilux, cabina simple, conducida por Jorge Díaz, sargento de policía retirado.Según las manifestaciones del denunciante, este le pidió a Benítez que lo acompañara a una chacra ubicada en el paraje Zaracurá, distante a unos 25 kilómetros del ejido urbano de Andresito. Al parecer, Díaz se desempeña como administrador de esa propiedad que, aparentemente, pertenece a un importante empresario brasileño, poseedor de un supermercado y una estación de servicios en Andresito.Hacia ese lugar se dirigían porque el cuidador de la chacra le había llamado por teléfono a Díaz para advertirle que había intrusos dentro del perímetro de la chacra.Cuando los policías llegaban a la estancia, vieron a tres personas sentadas a la sombra de un árbol, a pocos metros del acceso. El conductor Díaz reconoció a uno de ellos y le preguntó que hacían allí; a lo que este respondió que “estamos esperando un camión”.Los policías, que estaban de civil, continuaron su marcha y hablaron con el cuidador del inmueble. Con posterioridad, cuando salían, Benítez decidió comunicarse con su jefe para decirle que se dirigiría al Comando Radioeléctrico de Andresito para pedir apoyo. Supuestamente quería saber quiénes eran esas personas.Cerca de la rotonda en la que confluyen las rutas 19 y 101, la Toyota Hilux fue interceptada por una Ford Ranger que circulaba en contramano.De este vehículo bajaron cuatro hombres. Tres portaban pistolas y un cuarto un fusil.Benítez descendió y se identificó como policía. Igualmente fue reducido, arrojado al suelo y esposado boca abajo.Díaz, en tanto, que habría quedado al volante de la camioneta, aceleró y empredió la retirada rumbo al Comando Radioeléctrico, ubicado a la vuelta de la rotonda, a pocos metros de donde se produjo el incidente.Llegó a esa repartición e ingresó para contar al oficial de guardia lo que él imaginaba que ocurrió: Benítez había sido asaltado en plena ruta. En ese instante habrían ingresado los cuatro gendarmes, aún armados hasta los dientes, para sacarlo a empellones y arrestarlo.Ambos fueron trasladados, después de cuatro horas, a la sección “Andresito” de Gendarmería Nacional.Allí permanecieron hasta la madrugada del jueves, cuando les quisieron hacer firmar un acta en el que constaba que el procedimiento se produjo porque habrían intentado escapar y que dentro de la Toyota Hilux llevaban una pistola 11.25 sin documentaciones.“Te echaron por negro”Dentro de la extensa lista de irregularidades y excesos en los que habrían incurrido los cuatro integrantes de GN, el cabo Benítez mencionó que con su compañero Jorge Díaz fueron aún más racistas, casi despreciables.Al parecer sabían que este, antes de ser policía, habría formado parte de Gendarmería Nacional.En su alocución ante el fiscal de Instrucción 3 de Puerto Iguazú, Martín Brítez, señaló que los gendarmes se burlaban de Díaz, por el color de su piel, y entre otras cosas le decían “a vos te echaron de Gendarmería por negro”.Los policías permanecieron detenidos, sin causa ni motivo, en la sección “Andresito” de GN, hasta que las gestiones e intermediación del jefe de la Unidad Regional XII y del Director General de Seguridad de la Policía de Misiones, zona Norte, lograron sacarlos de ese lugar.Al día siguiente, es decir el jueves, alrededor de las 11, el cabo se trasladó a Puerto Iguazú y radicó la correspondiente denuncia.Fuentes consultadas por este Diario indicaron que el mismísimo representante del Ministerio Público Fiscal pudo observar las marcas de las esposas en las muñecas del denunciante.La investigación quedó abierta en una causa que podría concluir en acusaciones como trato vejatorio, abuso de autoridad, privación ilegítima de la libertad entre otras calificaciones.
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