A 14 meses de una denuncia por abuso sexual a una beba de casi un año en un hogar de niños de esta localidad, se sumó un nuevo caso que conmociona a la población. En el mismo lugar, una menor de 9 años habría sido violada y forzada a callar el calvario por terror a las represalias de los encargados de su cuidado, entre quienes estaría el autor del ultraje y un hermano sospechado de haber cometido el anterior delito, en septiembre de 2014.La primera investigación por abusos sexuales en el hogar Anspaz, perteneciente a la Fundación “Nuestra Señora Reina de la Paz, Madre de la Vida”, aún está abierta, pero prácticamente sin avances tras los estudios realizados por la forense de la Cuarta Circunscripción Judicial, Helga Sulamita Segovia de Ledesma, quien desestimó las lesiones de la pequeña como compatibles a un abuso.Tras este caso, los doce menores asignados bajo el resguardo de esta fundación, dejaron de concurrir a la escuela y se habilitó un aula satélite dentro del hogar, donde las docentes continuaron con su tarea.De acuerdo a las actuaciones policiales y judiciales, el viernes 13 de noviembre, una de las niñas se presentó a clases y habría manifestado a sus educadoras que no podía sentarse por los fuertes dolores. Revisaron a la menor de 9 años y, al no encontrarle rastros de ninguna picadura, trataron que la víctima relate lo que le sucedió. Se quebró en llanto e indicó el lugar y quién seríasu agresor, las docentes rápidamente recurrieron a la Comisaría de la Mujer de Jardín América, desde donde se dispuso que la víctima sea analizada por médicas legistas, las que confirmaron las lesiones respectivas a una violación.Entre las primeras medidas tomadas para preservar a la menor, la jueza Civil y de Familia de Jardín América, Cynthia Meyer, dispuso que sea traslada a otra vivienda, que se mantiene en reserva.Tras la denuncia de las docentes, dentro del hogar fueron varias las niñas, incluso una hermana de la abusada, las que confesaron escenas crueles de maltrato y violencia sexual por los que se investiga a dos de los hijos de la encargada de la casa. Las situaciones narradas por las aterrorizadas niñas no pueden ser reproducidas, sus circunstancias son indescriptibles, superan lo imaginable, pero fundamentalmente porque la integridad de las víctimas debe preservarse.De las once nenas, al menos cuatro admitieron y habrían comparado a dos de los tres hijos jóvenes de las tutora o encargada del hogar (uno de ellos mayor de edad), con malvados personajes que amenazaban a sus víctimas si se atrevían a contar lo que allí ocurría. Tras la denuncia, se abrió la investigación judicial y las menores restantes quedaron bajo custodia de una hija mayor de la tutora, una ayudante y la madre de cinco menores del hogar.Condiciones insalubresLuego de estas acciones, según las fuentes que confiaron en este Diario, las precarias condiciones de nutrición y salubridad quedaron expuestas, y se sospecha de, por lo menos, una mala administración de los recursos por parte de los responsables del hogar; tanto del dinero destinado por el Estado, como de los insumos que colaboradores de la comunidad periódicamente suministran.El titular de la Defensoría de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la provincia, Miguel Ángel Molina, dispuso las primeras medidas dentro de su competencia y mañana los once menores serán trasladados a otros hogares, de Posadas y otras dos localidades del interior. También solicitará a la Justicia la supresión de las guardas para Anspaz.La determinación de Molina se produjo como resultado de las inspecciones que su Defensoría realizó en Jardín América, en las que se notificó la ausencia de alimentos para los menores (ni siquiera gas para cocinar habría), la alarmante condición de higiene del predio, y la vulnerabilidad absoluta en la que se encontraban los niños. Sin seguridad alguna, por ejemplo, para evitar un nuevo ataque sexual u otra situación de violencia.Estas medidas permitirán a las víctimas alejarse del miedo y, cuando la Justicia lo disponga, estar en condiciones plenas de salud para declarar en Cámara Gesell. Polémica tarea de una forenseEl 30 de septiembre de 2014, ingresó al hospital de Jardín América una beba sufriendo un cuadro de deshidratación, excitación psicomotriz, dilatación y desgarro de esfinter. Los médicos de la guardia la asistieron y requirieron un análisis forense por la sospecha de que se trate de una víctima de violación.La forense de Puerto Rico, Helga Sulamita Segovia de Ledesma, realizó el examen e informó que las lesiones no comprendían una violación, sino que eran similares a una diarrea. Fue llamativo el resultado ya que en el parte del hospital, se descartó todo síntoma de trastorno digestivo en la menor, y precisamente por ello, solicitaron la actuación judicial.La encargada del hogar Anspaz habría sido quien llevó a la beba al hospital el día mencionado. La misma responsable de los niños que fue apartada por la Justicia hace menos de treinta días, por la violación de la niña de 9 años.
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