El filme “La noche más oscura” retrata en varias escenas cómo mediante la interceptación de varios teléfonos celulares las fuerzas especiales estadounidenses llegaron hasta el lugar exacto en el que se encontraba Osama Bin Laden, principal “amenaza” para el país del norte allá por mayo de 2011, cuando finalmente fue ultimado.Mucho antes, un método similar fue utilizada también por los norteamericanos y las fuerzas colombianas que conformaron el denominado “Bloque de Búsqueda” que finalmente acabó con la vida de Pablo?Escobar Gaviria en una vivienda oculta de Medellín, en diciembre de 1993.Aunque pareciera solamente de película, ese tipo de tecnologías también existen en la Argentina y están en manos de las autoridades. Y en las últimas horas fueron utilizadas incluso en Misiones para rastrear a Alan Viale (28), hijo del espía “El Lauchón”?Viale, detenido el pasado viernes en Posadas.Según revelaron fuentes de la investigación a PRIMERA?EDICIÓN, el sospechoso cayó gracias a un sofisticado sistema de seguimiento que permitió establecer su posición prácticamente en tiempo real cada vez que realizaba una llamada por teléfono celular.Tres alertas en PosadasEl trabajo fue realizado por efectivos de la Policía Bonaerense y de Gendarmería Nacional, con apoyo de la Dirección Investigaciones de la Policía provincial. Sin embargo, hubo una cuarta pata, al decir de los investigadores, la Agencia Federal de Investigaciones, exSide, clave para cerrar al sospechoso.Mediante sus fuentes, este diario pudo saber que los agentes federales lograron interceptar el teléfono celular de Viale, que fue ubicado por primera vez en la capital misionera durante la tarde del pasado jueves, a escasos metros de la Terminal de Ómnibus posadeña.Son todas apreciaciones, pero para los sabuesos habría sido ese el momento del desembarco del joven en Misiones y la razón por la que habría llamado a uno de sus “contactos”.El sistema, dicen los que saben, es muy preciso, tanto que el margen de error es de no más de 50 metros. Todo un lujo a la hora de investigar el paradero de una persona.La alarma volvió a encenderse el viernes por la mañana, pero esta vez en Villa Sarita, en el norte posadeño, cerca de la intersección de las calles Eugenio Ramírez y Moritán, a dos cuadras del centro capitalino. Se montó un operativo, pero Viale -aseguran- había logrado romper ese cerco.Sin embargo, la tercera fue la vencida. Algunas horas después, ya por la tarde, los investigadores recibieron otra señal. El celular de Viale se había “encendido” cerca de Andresito y Padre Serrano, a dos cuadras del monte El Acuerdo. Y esa vez, el muchacho no pudo escapar: enseguida fue rodeado y detenido.SospechasEn las próximas horas será indagado por la Justicia de Buenos Aires, que lo buscaba desde el pasado martes por el crimen de Daniela Rutherford (23), su pareja, quien apareció degollada en la casa en la que aparentemente ambos vivían, en Moreno.Por el momento, los investigadores tienen pistas para suponer que Viale llegó a Posadas escapando de presuntas responsabilidades en aquel asesinato y con el claro objetivo de cruzar el río Paraná con destino a Paraguay, donde sospechan que tenía contactos que lo esperaban. Estuvo a punto de lograrlo, pero lo condenó el teléfono celular y las llamadas, que finalmente lo descubrieron en pleno Posadas, donde ya había alquilado una habitación que utilizaba como escondite. Una esperanzaUn sistema de seguimiento similar es en el que se basan las esperanzas en relación al crimen de Lucía Maidana (24), la estudiante asesinada el 6 de abril de 2013 en el barrio Palomar de Posadas. Es que de la escena también se robaron su notebook, que hasta ahora no volvió a encenderse.
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