Hay materias típicas que la mayoría de los chicos que pasan por la secundaria se llevan: matemática, lengua, química. Hay algunas insólitas, pero son las que muchos estudiantes de Posadas se presentarán a rendir la semana entrante cuando comience el recuperatorio: plástica, tecnología, educación física, entre otras. Lo cierto es que un alto porcentaje de estudiantes están “colgados” de materias, lo que amenaza su promoción, tal es el caso de la Comercio 18, donde un 49% de los alumnos adeuda alguna previa -en algunos casos tres- y, además, no alcanzan a promocionar las que se encuentran cursando. “La verdad es que tenemos un alto porcentaje de alumnos con materias adeudadas”, señaló Olga Bernal, directora de la Escuela de Comercio 18, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN. Dio números: “El 49% de la matrícula de alumnos en los tres turnos tiene previas, en algunos casos una, en otros dos y también tres. Pero, además, adeudan materias, lo que no sabemos si les va a permitir promocionar”, señaló. Con ese panorama, la dirección tomó una decisión: le pidió a cada departamento que elabore consignas claras para los exámenes de fin de año, consignas que los alumnos puedan entender fácilmente, “pero sin dejar de lado el rigor por los contenidos que deben adquirir para promocionar una materia”, sostuvo Bernal. Entonces, los profesores armaron un cuadernillo con el material necesario para presentarse a rendir, pero “vemos con preocupación que muchos de los chicos ni siquiera retiraron la guía de la fotocopiadora”, aseguró.Justamente, la despreocupación es lo que más alarma a los educadores. “Del 100% de alumnos que están en riesgo, un 30% tiene mucha despreocupación y ni siquiera se acercó a las tutorías que le brindábamos”, indicó la directora. No es la única institución donde sucede. “Los chicos llegan a fin de año con entre tres y cuatro y más materias”, señaló Marta Pauluk, vicerrectora de la Normal Mixta “Estados Unidos del Brasil”. Además de las “tradicionales” como lengua y matemática, “se llevan materias insólitas como educación física por no asistir, plástica o tecnología por no presentar los trabajos”, aseguró Pauluk en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.La cantidad de materias que se llevan es “más o menos parejo”, indicó Luisa Ester Serra de Idzi, directora del CEP 4, en una charla con este diario. “Se llevan matemática, lengua, historia, educación artística porque no hacen los trabajos, inglés. Geografía se llevan muy pocas y, en nuestra institución, no hay alumnos que se lleven educación física”, señaló Idzi.Buenas tutorías, poca concurrenciaCuando, en 2010, se avaló que los alumnos pasen de año con tres previas, una de las condiciones era que estos chicos debían concurrir de manera obligatoria a las tutorías que se dicten en su escuela. Para los que asumieron el compromiso los resultados fueron favorables. “Hubo durante todo el año y tuvimos, en nuestro caso, mucha participación. Notamos que son buenos los resultados porque los chicos que concurrieron, aprobaron las previas que tenían”, indicó la directora del CEP 4.Esos mismos resultados favorables se vieron en las demás instituciones, pero la concurrencia no fue la misma. “Varios de los que se llevaron materias participaron de las tutorías pero, por lo general, se hicieron con muy baja asistencia”, indicó Pauluk. La institución hizo de todo para que los chicos concurran, pero no fue suficiente. “Tratamos de ubicarlas los mismos días de educación física como para que no tengan que concurrir otro día más a la escuela en contraturno; a través de la línea de aporte para la movilidad que viene desde Nación les cargábamos la Sube, intentamos miles de estrategias pero no tuvimos éxito. En casi todas, la cantidad de alumnos no llegaba a diez”, agregó la vicerrectora de la Normal Mixta. Su apreciación es clara: “No es una cuestión económica, es de voluntad”, remarcó. En el caso de la Escuela Normal Superior 10 San Antonio, “todos los que asistieron a las tutorías aprovecharon su tiempo y están quitándose las materias pendientes”, señaló Jorge Von Der Heyde, su director. En su caso tuvo una particularidad: se hizo en dos tramos, en el primer cuatrimestre y en el segundo. Todos los que concurrieron al primero aprobaron las materias, entonces muchos vieron los resultados y decidieron sumarse para el segundo. “Hay chicos que pudieron aprovechar esta posibilidad”, indicó el directivo. “Los resultados con las tutorías fueron favorables. Les es mucho más fácil a los chicos”, señaló Bernal, de la Comercio 18. Los horarios de las mismas se pautan con los profesores en relación a su disponibilidad y a las actividades en contraturno que tienen los alumnos. “Si el martes por la tarde tenían educación física, se les organizaba la tutoría para que no haya otra erogación de dinero”, indicó la directora. Más allá de las facilidades, “la concurrencia fue mínima, pero los alumnos que sí vinieron y cumplieron el reglamento interno de las mismas, como tener un porcentaje de asistencia, aprobar los trabajos prácticas y las lecciones, obtuvieron buenos resultados”, indicó. Para armar las tutorías, en la Comercio 18 hay una persona encargada de hacer el relevamiento de los alumnos que adeudan materias. Se conforma una base de datos y, a partir de ella, se acuerda con el profesor los horarios de las tutorías. Una vez que se organizó la agenda, se envía un comunicado a los padres, informando qué materias adeudan sus hijos y los horarios en que se dictará la tutoría. “En nuestro caso, el 20% de ese universo de alumno con previas no concurren”, finalizó. Las faltas, otro temaLa gran cantidad de inasistencias son una constante en las escuelas de Posadas. “Tenemos muchos casos de chicos que han quedado libres, que han agotado todas las instancias de recuperación”, señaló Pauluk, de la Normal Mixta. “Es insólita la manera en la que faltan: cuando llueve, cuando está por llover, cuando hace calor, no hay un compromiso de que vengan a clases”, agregó. Indicó que los chicos de primero y segundo año cumplen más, pero los de cuarto y quinto “son los más faltadores”. “Tuvimos bastantes inasistencias por parte de los alumnos, pero debemos reconocer que fue un año atípico por los paros”, indicó Von Der Heyde, de la Normal 10. Explicó que una gran cantidad de alumnos pasó por la primera reincorporación y que, menos de diez, han quedado libres por inasistencias. La situación se replica en el CEP 4, donde se tomó la decisión de permitirles tener hasta 32 inasistencias, pero una más y deben rendir las
materias como libre. “También depende de la familia, hay algunos que obligan a sus hijos, otros a los que no les importa”, indicó Idzi. En el caso de la Comercio 18, “es complicado. La cantidad de alumnos que no se exime es por problemas de faltas”, señaló Bernal. En su escuela se realizan hasta dos reincorporaciones y luego “hacemos un acta de compromiso para que el alumno no falte más, es una forma de concientizarlo”, remarcó.
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