El próximo 6 de abril se cumplen siete años del asesinato de Sonia Marisa Viviana Fayon (21). La joven fue asesinada de un disparo en la cabeza con un rifle calibre 22, en su vivienda de colonia Línea Cuchilla. Por el hecho está acusado su expareja de 33 años. En principio intentó hacer pasar la muerte como un suicidio, pero está imputado por “femicidio”.
PRIMERA EDICIÓN dialogó con Francisco Fayon, el padre de Sonia, quien indicó sus expectativas ante el juicio, sus sensaciones y recuerdos del hecho.
¿Cómo vive las horas previas al debate?
Todavía lo vivo muy de cerca, no es fácil esto porque perdí a mi hija y mi nietito. Sonia estaba embarazada.
¿Qué espera del juicio?
Yo sé que a mi hija no la voy a recuperar más, pero quiero que la Justicia actúe como corresponde. Porque él mató a su mujer y al bebé que llevaba en el vientre, fue un doble asesinato.
¿Cómo se enteró del crimen?
Mi hijo me llamó y me preguntó: “¿Papá, usted recibió alguna noticia de Sonia?”. Le respondí que no y él me dijo, “vamos entonces a ver porque me dicen que la mataron”. Ese llamado fue a las 22. Fui al lugar. Me dijeron que más o menos a las 20 la habían asesinado. Mi hija estaba tirada en el piso. Me dejaron estar un ratito con ella y después me sacaron de ahí.
¿Dónde estaba su exyerno?
Estaba dentro del móvil de la policía con las dos nenas, cuando yo le quise encarar los oficiales no me dejaron. Él se bajó y habló con mi hijo. Le dijo que no sabía qué había pasado. Yo sabía que él le había hecho algo. Era muy difícil que mi hija se meta el caño de un rifle en la boca y dispare, porque su brazo era muy corto. Además el tiro lo tenía desde la parte de atrás de la cabeza. También tenía quebrada la mandíbula.
¿Cómo era la relación entre ellos?
Empezaron a verse prácticamente desde que mi hija tenía trece años. Cuando llegaron los hijos empezaron a vivir juntos. Los problemas empezaron porque él era muy celoso. Siempre fue violento. Una vez él vino a mi casa, yo le hablé y le dije: “Si ustedes no se entienden, no quiero que la lastimes, traela, dejala acá y así quedaremos como amigos siempre”. Desde esa vez no vino nunca más. Cuando yo hablaba con mi hija era por teléfono o vía mensaje. Ella me decía, “papá te voy a cortar porque ahí está viniendo Marcelo”. Le tenía terror.
¿Cuándo fue la última vez que la vio con vida?
Hacía más de un año que no la veía. La última vez ella llegó corriendo desde la terminal de Capioví a mi casa. Me dijo “papá, corrí de Marcelo porque me quiere quitar los chicos y me dijo que me va golpear”. Entonces yo le dije que se quedara tranquila, que allí no le iba hacer nada. El problema sucedió cuando él vino detrás de ella. La nena más grande salió a recibirlo y él se fue con ella. Al poco rato nos enteramos que ya estaba en Puerto Rico en la casa de su hermana. Sonia, para hacer bien las cosas y recuperarla, se fue a hacer la exposición y después fue a Defensoría. Luego mi concubina acompañó a mi hija hasta la casa de la hermana de él. Cuando entró la retuvo y la amenazó. Los chicos lloraban amargamente. Aproximadamente una hora y media después salió Sonia y le dijo a mi señora “andá nomás, si tengo que perder la vida por mis hijas lo voy a hacer”. Esa fue la última vez que la vi.
¿Con quién están sus nietas ahora?
Ellas están con la abuela, mi exmujer, quien se quedó con la custodia legal.
¿Habló con sus nietas para preguntarles qué pasó el día que mataron a la mamá?
La nena más grande me contó que Sonia salió corriendo de la casa y él salió tras ella. La tiró en el suelo y después la alzó en el hombro y la llevó otra vez a la casa. Seguramente después de eso la mató.