Una energía conmovedora y la lluvia cual lágrima de la comunidad obereña, fue el marco con el que el padre Ariel Manavella, presidió la conmemoración en la que tuvo presente de manera permanente la figura de la obereña y sus 43 compañeros, tripulantes del submarino protagonista del hecho trágico que enlutó el país en noviembre del 2017.
“Pensar en Eliana y sus compañeros, es pensar en una dolorosa ofrenda a la patria. Vidas cortadas por una vocación de servicio, personas que silenciosamente entregaron su vida todos los días por nosotros.
El nombre de Eliana resuena en toda nuestra patria y su testimonio y el de sus 43 compañeros nos enseñan a dar lo mejor de nosotros cada día” expresó el Párroco ante la afectada mirada de sus familiares.