Pintar o dibujar, por placer, por diversión o como terapia, es una buena alternativa para las personas. Y es una de las actividades que más se disfruta ya que permite explotar la creatividad e imaginación y expresar sentimientos y emociones.
Tal el caso de Rocío Carolina Espíndola, una adolescente posadeña de 14 años que sorprende con su talento y capacidad para dibujar y pintar.
Autodidacta que se define como una apasionada del dibujo, dedica su tiempo libre a perfeccionarse día a día.
Nunca estudió profesionalmente, sus trabajos fueron mejorando a través del tiempo con la ayuda de tutoriales de Internet y, sobre todo, por el empeño y el esfuerzo que pone en mejorar sus producciones. Es así que, luego de unos años, hoy sorprende a propios y extraños con su talento para ilustrar.
“Comencé a dibujar más a fondo a los 12 años cuando estaba en séptimo grado de la escuela ‘Madre de la Misericordia’. No creo tener una inspiración fija hacia alguien, pero si me basé en las caricaturas que vi en la televisión y que más me gustaban, como el anime. Empecé a tomar algunas características de esos estilos. Al principio era solo un pasatiempo de unos 10 o 15 minutos, luego empecé a interesarme y quise mejorar mi forma de dibujo. Comencé a buscar tutoriales y referencias en Internet para saber más acerca de la anatomía humana o cómo hacer los pliegues de la ropa para poder dibujar con más detalles. No suelo dibujar digitalmente, me manejo más fácil en el estilo tradicional”, contó Carolina.
En cuanto a la diferencia entre el estilo digital y tradicional diferenció que “en digital podés hacer miles de arreglos al dibujo sin la necesidad de rehacerlo y empezar desde cero, básicamente es más sencillo que la forma tradicional y más conveniente ya que los dibujos te salen con mayor calidad. En cambio la forma tradicional te ayuda más con el pulso y la prolijidad a la hora de colorear”.
“Al comenzar a dibujar, siempre es preferible empezar con una buena base”, dijo y agregó: “La base es como el esqueleto del dibujo, cumple una función clave que es la de darle forma y sentido al dibujo porque podés calcular que tan largo son los brazos o que tan corto es el torso del personaje. Es preferible siempre empezar con lápiz, a partir de esto podés hacer la ropa, la expresión, el cabello y todo lo que quieras. Ayuda bastante el hacer una base”.
“Mi forma de dibujo todavía está en vías de mejorar, tengo planeado algún día poder trabajar en alguna empresa de diseño para poder hacer una caricatura animada y pasarla por la TV”, confesó la joven.