La negativa de sectores ligados a las iglesias cristianas (católicas y evangélicas) a que se dicten contenidos de la ley de Educación Sexual Integral porque no están “adaptados” a un ideario institucional (que rechaza el reconocimiento de la diversidad sexual y de los colectivos LGBTI) siguen despertando polémica y adhesiones, tanto a favor como en contra.
Este domingo, con distintas marchas en Misiones, como en el resto de las provincias del país, un sector de la sociedad salió a rechazar la perspectiva de género en la enseñanza de ESI, mientras que, desde el otro lado, especialistas en Derechos Humanos expusieron fundamentos sobre la falsedad del concepto “ideología” de género, que es de lo cual se habla en las movilizaciones nombradas.
Un comunicado del obispado de Oberá, que se divulgó horas después de las marchas denominadas “Con mis hijos no te metas” y dentro de la primera posición, señaló lo siguiente: “En las últimas semanas hemos sido testigos de situaciones de desorientación, que se han generado con motivo de la ley 26.150 de Educación Sexual Integral, a causa de las ambigüedades y errores conceptuales de la persona humana, la educación de los niños y la autonomía de las instituciones educativas”, señala el texto que partió del obispado obereño.
Prosigue el documento: “La ESI -Educación Sexual Integral- no representa ni un riesgo o peligro para la iglesia católica. Desde el más sano realismo afirmamos que ‘la sexualidad es un componente básico de la personalidad, un modo de ser, de expresarse, de sentir y de manifestar el amor humano’ y que es uno de los componentes esenciales para la maduración individual y para la inserción en la sociedad. La educación de la sexualidad debe unir la educación de los impulsos con la educación del corazón ayudando a la persona a maduraren su capacidad de amar”. No obstante, de acuerdo al mismo comunicado “la ideología de género refiere a las personas y las relaciones entre ellos, sosteniendo que varones y mujeres desarrollan roles definidos socialmente y asignados a uno y otro sexo, sin que exista una identidad o esencia que diferencie los sexos.
Apunta a la deconstrucción de la diferencia sexual y se niega la objetividad del dato biológico, así como también sus componente psíquicos y estructurales de la sexualidad humana. La diferencia existencial es emplazada por la diversidad de género”.
“Esta visión ideológica y totalitaria contradice la concepción del ser humano como creación de Dios y destroza el sentido natural de la vida y de la sexualidad humana, como así también de la familia y de la educación de la sexualidad”, finaliza para pedir “tolerancia, respeto e igualdad” al asegurar : “Queremos ser constructores de puentes” es por ello que nuestra concepción de la sexualidad y nuestras manifestaciones públicas para defender la Educación Sexual sin ideología de género, no deben obstaculizar el diálogo”.
No existe la “ideología de género”,aseguran especialistas de la UNNE
Profesionales del Centro Interdisciplinario de Estudios de Género (CIDEG), perteneciente a la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Nordeste, expusieron fundamentos sobre la falsedad del concepto de “ideología de género” que se viene nombrando a raíz del debate por la ley de Educación Sexual Integral (ESI).
“Falacia peligrosa”
“En nuestra calidad de integrantes del Centro Interdisciplinario de Estudios de Género (CIDEG) de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional del Nordeste; como docentes de las distintas carreras que conforman a la mencionada Unidad Académica y en cumplimiento del rol social del educador científico y político de la Universidad Pública, deseamos exponer a la comunidad algunos conceptos actuales relacionados con lo que se comprende por ‘Género’”, comienza el texto divulgado por CIDEG en sus redes sociales.
“Hablar de género e ideología supone conocer y manejar un constructo teórico solvente respecto de lo que los estudios de géneros actuales contemplan. La desinformación sobre estas temáticas es peligrosa, principalmente cuando se lo realiza en medios de comunicación masiva que tienen como destinatarios a un público general (con posiciones y pensamientos heterogéneos)”, alertaron desde el CIDEG .
“Si bien cada individuo puede expresar libremente su opinión respecto de cualquier problemática, es deber ciudadano pensar en el impacto que la misma pueda tener sobre el universo al cual va dirigida, a la vez que debe observar con responsabilidad propia del saber el fundamento de aquello que dice”.
“El género es una construcción cultural, no se nace con un género determinado sino con un sexo, que es lo que nos otorga la naturaleza. Género es una categoría, no una ideología; y, por tanto, un concepto analítico que permite hacer ciencia social”, especifica el comunicado.
“No hay conspiración”
Prosigue el texto del CIDEG: “Resulta pertinente aludir a una especialista como es la doctora Gabriela Castellanos, quien hace una concreta afirmación, sustentada por amplios estudios teóricos, cuando asevera que no se puede hablar de género como una ideología; básicamente argumentando que nadie elige su sexualidad y que ello no deviene en una conspiración contra la familia. De acuerdo con ello, observamos que no existe debate científico ni bibliografía actualizada en toda la prolífica producción académica mundial acerca de la problemática que hable de los estudios feministas y de género como ideología. Además, ello supondría pensar también en el conocimiento del uso del término ideología, en cuanto a los diferentes contenidos específicos y a la polisemia conceptual que este sustantivo reúne en el campo de la Filosofía y las Ciencias Sociales”.
“Con igual tenor de convalidación teórica es necesario señalar que no es legítimo referir a nociones como las de manipulación y/o engaño cuando aludimos a cuestiones de Género; así como también resaltar la valía de la aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral” (Ley 26.150).
“Esta ley, como el abundante caudal teórico sobre estudios de Género refiere –como una conceptualización aprehendida y que ya no amerita seguir discutiendo ni confundiendo- a la distinción tópica sexo/género”.