Es que la enorme cantidad de lluvia caída formó arroyos improvisados en distintos puntos de la ciudad, esto hizo que varias especies de peces se desplazaran hacia calles y avenidas.
Antonio, el joven de Buenos Aires que vino a visitar a unos parientes dijo a PRIMERA EDICIÓN que puso el ejemplar en agua para luego devolverlo al río o tal vez a algún arroyo.