Sassá, tras una jugada de pelota parada, adelantó al Cruzeiro a los doce minutos del segundo tiempo, para hacer estallar a los miles de hinchas en el estadio “Mineirao”, que era una olla a presión.
La expulsión de Dedé por doble amarilla -el mismo que había visto la roja en la Ida y después perdonado por la Conmebol- parecía darle tranquilidad a un Boca que tuvo un par de jugadas donde podría haber sufrido el segundo tanto.
Y con el tiempo cumplido, en una combinación con Ramón Ábila, Cristian Pavón aprovechó la desesperación de un equipo jugado en ataque y puso el 1-1, que obligaba a Cruzeiro a convertir dos tantos.
Boca hizo un desgaste enorme en defensa, pero en el global de la serie avanzó con justicia, porque demostró más argumentos para llegar a semis y ser el rival de Palmeiras, a fines de octubre.
De arranque, el “Xeneize” soportó la caldera que es el estadio Mineirao e intentó manejar la pelota para no sufrir, aunque sobre el final del primer tiempo hubo polémica.
Es que el árbitro uruguayo Andrés Cunha anuló un gol de Hernán Barcos, porque Dedé -el mismo que fue expulsado en la Ida y perdonado por la Conmebol- levantó la pierna de más sobre el arquero Agustín Rossi.
A Cruzeiro se le complicaba ser profundo en la tenencia, por eso casi que dependió exclusivamente de pelotas largas para Hernán Barcos.
Luiz “Mano” Menezes, en el complemento, buscó con Sassá tener mayor presencia en el juego aéreo y en la primera pelota que tocó le dio la razón.
En un córner desde la izquierda, Sassá apareció sin marca en el segundo palo y aprovechó una pelota suelta para liquidar a Rossi, que nada pudo hacer.
El partido se encendió a pleno, Guillermo Barros Schelotto buscó defenderse con la pelota con el ingreso de Fernando Gago, pero la cuota de dramatismo no iba a poder salvarla.
Ni siquiera con la expulsión de Dedé, por una infracción muy finita sobre Pavón, que le valió la amarilla para sufrir la segunda roja de la serie.
Es cierto que pudo haberlo liquidado el ingresado Wanchope Ábila, en un tiro libre donde apareció a la carrera solo en el segundo palo, pero su cabezazo fue devuelto por el parante.
Los corazones “xeneizes” se paralizaron a dos minutos del final, cuando Rossi dudó en un corte, rechazó la pelota hacia atrás y se la dejó servida a Raniel, que quiso pararla en vez de definir y permitió la recuperación del arquero.
Claro que con Cruzeiro jugado, Boca quedó a merced del contragolpe, y en tiempo de descuento, Pavón aseguró la clasificación con un bombazo al primer palo de Fabio.
Boca cerró su faena en el Mineirao, fue más en el global de la serie y estará en semifinales, donde tendrá que chocar con otro brasileño conocido: Palmeiras.
Fuente: Agencia de Noticias NA