BUENOS AIRES (NA). Un presidiario que cumple una pena en una cárcel de Ezeiza mantuvo ayer tomados a dos funcionarios judiciales de rehenes en el edificio del Juzgado Federal 2 de Lomas de Zamora, al que fue llevado para declarar, y tras dos horas de tensión liberó a los empleados y se entregó.El incidente se originó cerca de las 11.30 en una sede judicial situada en Laprida al 600, de esa localidad de la zona sur del Gran Buenos Aires, el que fue rodeado por fuerzas policiales, entre ellas del Grupo Especial GEOF de la Policía Federal. El convicto, identificado como Gabriel César Conforti y apodado “Palmito”, mantuvo por unas dos horas amenazados con un arma blanca al secretario del Juzgado Federal 2, Rafael Leal, y a la defensora oficial Andrea Carina Vago, quienes finalmente resultaron ilesos.Según explicó otro funcionario del juzgado, el incidente comenzó cuando el preso pidió una entrevista con su abogada defensora, sacó una faca y la tomó del cuello para amenazarla y tomarla de rehén. Cuando se hicieron presentes empleados y custodios en el lugar, el secretario del juzgado, Rafael Leal, se ofreció como segundo rehén para calmar los ánimos. Extraña proclamaEn el episodio, Conforti pidió hablar con medios de comunicación y lanzó una extraña proclama en la que protestaba por la venta del agua argentina a países como Japón. Durante la toma, Leal señaló, en un diálogo telefónico con Radio 10, que estaban “encerrados con llave dentro de la oficina, con los sillones contra la puerta”. En tanto, “Palmito”, también tomó el teléfono para hablar con la radio y dijo estar “dispuesto a morir”. “Tengo un arma. No me importa morir acá, me pueden dar un tiro en la cabeza”, aseguró por la misma radio. “En 88 días recupero mi libertad, pero no me importa, estoy dispuesto a morir por Argentina”, lanzó en una extraña proclama, mientras que aseguró que iba a entregarse después de las 15, una vez que pueda hablar con “todos los medios de prensa”. Según contó el convicto, hace dos años y dos meses que está preso en el Complejo Penitenciario de Ezeiza. Finalmente, tras una ardua negociación que tuvo momentos de mucha tensión por el riesgo de vida de los rehenes, el presidiario liberó a los empleados, depuso su actitud y se entregó a la Policía, con el rostro semi tapado con una polera blanca. Tras el hecho el fiscal de Lomas de Zamora, Sergio Mora, ordenó a las autoridades del Servicio Penitenciario Federal (SPF) que envíen un listado de todos los agentes que intervinieron en el traslado y la custodia de “Palmito” desde el penal de Ezeiza hasta el Juzgado Federal 2 de Lomas de Zamora.





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